SECCIÓN 1 LA MERCANCÍA
El cartero anuncia que la finca el banco va a embargar la granja de don Biblioteco y a partir de ese momento, se genera una discusión acerca de las mercancías, y los valores de uso y de cambio.
* Personajes: La gallina doña vespertina, Marilú, la Vaca Clarisa, Cocol el caracol, Panfleto poca paja y don Biblioteco.
- Control: Cabezote de entrada
- Control: Fondo ambiente de una granja
Cartero: Don Biblioteco, don Biblioteco, le llegó un telegrama urgente del banco, que dice que por demora en los pagos del préstamo le van a embargar la granja
Doña Vespertina: a queeee???
Marilú: a embargar Doña Vespertina, o sea que el banco va a vender la granja para cobrarse una plata que nos prestó hace tiempo.
Vaca Clarisa: Pero como así que van a vender nuestra granja?
Marilú: Pues es que para el banco todo es una mercancía.
Doña vespertina: Una queeeee?
Don Biblioteco: jajajaja, mi querida doña Vespertina, una mercancía es un objeto que tiene dos características fundamentales. Sirve para satisfacer necesidades humanas, es decir, tiene un valor de uso, y puede ser intercambiado por otros objetos, es decir, tiene un valor de cambio.
Cocol: Valor de uso?
Marilú: Es para lo que sirve un objeto. Por ejemplo una estufa sirve para calentar los alimentos, ese es su valor de uso. Una pala sirve para cavar, ese es su valor de uso.
Panfleto: Bueno eso ya lo entendí, pero ¿el valor de cambio?
Marilú: Es la proporción en que se cambian valores de uso de una clase por valores de uso de otra. Por ejemplo, puedo cambiar dos palas por una estufa, entonces, el valor de cambio de una estufa, es de dos palas y viceversa.
Vaca Clarisa: Entonces puede haber cosas que tengan valor de uso pero que no tengan valor de cambio
Doña Vespertina: Claaaro, el agua por ejemplo, nos sirve para quitarnos la sed, para bañarnos, para regar la granja y uno puede ir al rio a cogerla sin tener que darle nada a nadie.
Cocol : Mentiras, don Biblioteco, no todo el mundo puede ir al rio, hay mucha gente en las ciudades y en el campo a la que le toca pagar por el agua y si no paga, pues ni se baña, ni riega las plantas, ni se quita la sed ni nada.
Don Biblioteco: Lamentablemente mis queridísimos amigos, es cierto, en el capitalismo todo tiene precio, el valor de cambio está siempre por encima del valor de uso, como quien dice, no importa que tanto lo necesites, si no tienes para pagarlo no lo puedes tener.
SECCIÓN 2 EL VALOR / Forma simple, total y el equivalente general del valor.
Panfleto, propone solucionar el problema del embargo cambiando la granja por 40 bultos de papa, entonces, don Biblioteco comienza a explicar las diferentes formas del valor, pasando por su formas simple y total, hasta llegar al dinero, el equivalente general.
* Personajes: Panfleto poca paja, Don Biblioteco, la vaca Clarisa y Cocol el caracol.
Panfleto: Tengo la solución, si se trata de cambiar una mercancía por otra, intercambiémosle la granja por los 40 bultos de papa que acabamos de cosechar.
Don Biblioteco: No es tan simple mi querido panfleto. Uno mismo no define el valor de cambio de las cosas. El valor de cambio es solamente la manifestación de algo más profundo y misterioso que es el valor de una mercancía. Que no es otra cosa que el tiempo socialmente necesario para su producción.
Panfleto: Un momento un momento, no entiendo.
Don biblioteco: Imagina que, por ejemplo, tu cultivas papás y Alfalfa cultiva tomates. Tú necesitas tomates y el necesita papás. Y en el momento en que se encuentran para hacer el intercambio cada uno calcula el tiempo que le cuesta producir su mercancía. Si el tarda un día en producir una arroba de tomate y en ese mismo tiempo tu produces un bulto de papa, ambos intercambiaran un bulto de papa por una arroba de tomate.
Panfleto: Pero yo no sólo necesito tomates.
Don biblioteco: No hay ningún problema, puedes hacer esta misma operación con otros productos, por ejemplo, la vaca clarisa produce una cantina de leche al día y Doña Vespertina produce una canasta de huevos en el mismo tiempo. Tu bulto de papás puede cambiarse entonces por una arroba de tomates, por una cantina de leche o por una canasta de huevos, porque en el fondo lo que todos están cambiando es el trabajo que se esconde detrás de cada mercancía, es decir, su valor.
Vaca Clarisa: A pero entonces todo lo que Panfleto hace, como es bien lento, nos sale carísimo a todos.
Don biblioteco: Bueno no es tan así Clarisa, porque lo que define el valor es el tiempo de trabajo socialmente necesario, es decir, lo que en promedio se tardaría una persona en unas condiciones sociales dadas, en producir una determinada mercancía.
Cocol: Pero si todo son huevos, papas, gallinas, leche y tomates, ¿de dónde salió el dinero? Es supuestamente lo que más vale pero para mí no tiene ningún valor de uso.
Don biblioteca: Es una pregunta muy interesante, imagínense que cuando los seres humanos comenzaron a intercambiar mercancías, con otros individuos de lugares muy lejanos, tuvieron que buscar una mercancía que en un tamaño muy pequeño almacenase mucho valor, y así fue como empezaron a utilizarse, algunas conchas, semillas y otros objetos hasta llegar al oro y las piedras preciosas. Con el paso del tiempo se crearon los billetes y las monedas como una representación del valor de cambio de las mercancías, apareció así el dinero, una mercancía muy particular, pues su valor de uso, es representar los valores de cambio de todas las mercancías habidas y por haber, es el equivalente general.
SECCIÓN 3 LA PALABRA ESCONDIDA: EL FETICHISMO
* Personajes: Voz misteriosa, Agustín, Marilú y Don Biblioteco.
- Control: Música de misterio
Voz misteriosa: La palabra escondida del día es
Agustín: Fetichismo
Marilú: Según el diccionario, el fetichismo es la devoción hacia los objetos materiales, a los que se ha denominado fetiches. ( ) es una forma de creencia o práctica (..) en la cual se considera que ciertos objetos poseen poderes mágicos o sobrenaturales( ).
Don Biblioteco: En el siglo XIX, un famoso filósofo llamado Carlos Marx, acuñó el término fetichismo de las mercancías, para referirse a una característica particular del capitalismo, en el que pareciera ser que las mercancías tuvieran vida propia. Es como si fueran las papas, los tomates, la leche y los huevos los que se relacionaran, en vez de ser Panfleto, doña Vespertina, la vaca Clarisa y Alfalfa. Es como si las mercancías cobraran una vida propia y se relacionaran entre ellas independientemente de los seres humanos. Pensamos que la economía tiene unas leyes propias y no nos damos cuenta que realmente somos los seres humanos los que regimos nuestras relaciones y deberíamos ser nosotros los protagonistas de nuestra propia historia.