Hablando de disfrutar y hacer lo que nos gusta esta es una historia muy interesante. Flavio flavitos e Isabel piedra sabia se hicieron amigos en la punta de la montaña. El tiempo que vino del mar solía venir a jugar y a conversar con ella pero en otras ocasiones pasaba de largo quedándose sola y calladita. El viento que vino del mar ayuda a las personas desorientadas a encontrar su camino como era el caso de Flavio flavitos. En los últimos tiempos era sorprendente y preocupante oír a la gente importante decir que el tiempo es oro. El tiempo que vino del mar comentó con Isabel que todos tienen su camino trazado y siempre está ahí para el que quiera encontrarlo, que lo encuentren o no es otra cosa. A la gente en la actualidad le hace falta tiempo para trabajar, para conseguir dinero, para crecer con la tecnología, por el terrible ritmo de las ciudades. Pocos son los que buscan su camino, trabajando y haciendo lo que realmente quieren. Un día una multitud subió al hermoso páramo a buscar el tiempo perdido, Flavio flavitos llevaba escondido en su sombrero al tiempo que vino del mar y recordaba a toda la gente que debían buscar su propio tiempo para cada cosa, especialmente para brindarnos amor, sobre todo para escucharnos mutuamente.