Hace algún tiempo encontré un artículo, que presenta la lista de personas reconocidas y sus historias de fracasos antes de ser exitosos, entre esos personajes, está el insigne Winston Churchill que se sabe no tuvo éxito en los cargos públicos que ocupó, y a la edad de 62 años, se convirtió en un gran Primer Ministro Británico. El gran inventor Thomas Edison, quien en la escuela se le dijo que era demasiado estúpido para aprender, se hizo famoso, por inventar entre otras cosas, la lámpara. Y por último tenemos a Steven Spielberg quien fue rechazado por 3 veces de la universidad de California, para luego convertirse en el famoso y reconocido director de cine. Amigo, amiga, el denominador común de estas vidas, que al fin de muchos tropiezos consiguieron el éxito, es la perseverancia, no rendirse frente a los problemas, sino encontrar solución y avanzar. Este valor de la perseverancia también es importante en lo que a lo espiritual se refiere. Dios quiere que creamos en él, que sigamos a Jesucristo, pero perseverando hasta el fin. Estas son unas palabras para ti, dice la Biblia de este asunto, concretamente el mismo Jesucristo: Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Dijo más el Señor Jesucristo: Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas. Quiero terminar este programa con el hermoso consejo de la Biblia: Entre tanto, ustedes tengan ánimo y no desmayen, esfuércense y que no se debiliten los brazos; puesto que recibirán la recompensa de sus obras. Señor, señora, joven y señorita, siga a Cristo, hágalo hasta el fin, recuerde que en él hay salvación, vida plena y eterna.