FECHA: 27-11-18
REDACTOR: Ana Esther Zulueta
SONIDO: TEMA DE PRESENTACION
LOC: El viacrucis del tráfico marítimo de y a Nueva Gerona.
El tráfico de carga por sistema de cabotaje es la vía expedita que asegura la vitalidad de la economía y el desarrollo en Isla de la Juventud; aunque en las postrimerías del 2018 se aprecia estabilidad, su precaria situación lo convirtió en el viacrucis para transportistas y autoridades del Municipio Especial.
Este servicio de trasbordo de mercancías por ruta marítima que ofrece la Unidad Básica de Nueva Gerona -una de las ocho de la empresa Navegación Caribe- dispone de una flota de patanas, embarcaciones Ro-Ro autopropulsadas y remolcadores, cuyo déficit devino hándicap del proceso.
A fin de acercar al lector a la realidad de esa actividad en la segunda ínsula en importancia del archipiélago cubano, la ACN dialoga con su director Emilio Domínguez Fuentes.
Complejo escenario para las operaciones.
En 12 años que llevo frente a la Unidad este ha sido el más complejo por el bajo coeficiente de disponibilidad técnica: comenzamos el 2018 con 15 embarcaciones, de las cuales hay dos Ro-Ro en reparación en los astilleros de Cienfuegos y una patana en espera para igual proceso, explica.
Precisa que, además, se le dio baja a una Ro-Ro con ruta Nueva Gerona - Batabanó, porque según estudio de factibilidad el costo-beneficio de la inversión era muy difícil de amortizar.
Refiere Domínguez Fuentes, que durante ese lapso cuatro patanas estuvieron en espera de un remolcador, indispensable para la vitalidad de esta Unidad Básica, perteneciente al Grupo Empresarial de Transporte Marítimo Portuario.
De seis embarcaciones de ese tipo, funcionan los Polares SIETE, NUEVE y ONCE, que aunque no son de travesía, los dos primeros operan en el triángulo Nueva Gerona-Batabanó-Cayo Largo del Sur; mientras el último, está limitado a ofrecer servicios técnico-náuticos solo en las radas, expone el directivo.
El Polargo DOS, único remolcador apto para ejecutar todas las maniobras en puerto, se encuentra aún en los astilleros de La Habana.
Un mejor panorama presenta la línea Cienfuegos-Nueva Gerona, al contar con la Ro-Ro Orión, cuya capacidad es de mil 200 toneladas, sin embargo, el problema está hoy en el fallo por pie de estiba y disponibilidad de muelle, porque cuando arriba el crucero a esa rada deben esperar, expresa.
Enfatiza que este complejo escenario obligó, durante casi todo el año, al Gobierno local y al sistema marítimo a decidir en reunión de planificación cuándo y qué llegaba a bordo de cada embarcación.
¿Qué decidir?
Qué traer con una sola patana cuando tenía 50 o 100 contenedores en Batabanó y solo podía transportar 20 o 30, se encoge de hombros Arelys Casañola Quintana, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
La situación estuvo verdaderamente compleja. Nuestra carretera es el mar, dependemos de esa vía para darle vitalidad a la economía y a la sociedad, a veces no lográbamos la comprensión necesaria cuando de la carga privilegiábamos lo más urgente, dice.
Comenta que por lo general se priorizó la alimentación del pueblo, de los animales porque al final es comida para la población, así como la entrada de medicamentos y combustibles, los últimos porque dinamizan la economía.
No trasladar oportunamente equipos, piezas de repuesto o mercancías para comercializar afectó los sistemas de pago de los trabajadores y a la postre ha impactado los resultados económicos de sectores que se fueron quedando detrás, apunta Casañola Quintana.
Subraya que Isla de la Juventud debe tener 90 días de cobertura en sus almacenes, según indicación del Ministerio de Economía y Planificación, “pero cuántos eventos meteorológicas hemos padecido de mayo a la fecha con interrupción de la transportación marítima de carga…, por suerte han sido períodos cortos”, acota.
Enfatiza que esa realidad también ha sido adversa a los marineros, quienes devengan salario, según el volumen de carga trasegada y en ocasiones viajan en lastre.
Afectaciones al capital humano.
Hace dos años hemos empezado a ser afectados por la inestabilidad de la fuerza laboral, porque el ritmo de trabajo en Isla de la Juventud no se corresponde con el de ninguna otra unidad de Navegación Caribe en el país, todo lo que se mueve para este territorio llega por esa vía, comenta Domínguez Fuentes.
Especifica, que el sistema laboral aprobado es de 90 días de trabajo a bordo de la embarcación por 35 de descanso, los residentes en el municipio especial van a sus casas, el resto
permanece a bordo todo el tiempo.
Al cierre de agosto el salario medio era 570.00 CUP y si cumple el plan del mes recibe 10.00 CUC de estimulación, lo cual compite con la situación de un capitán en Viamar, quien por igual concepto percibe 107.00 CUC, uno de los motivos del éxodo de la fuerza calificada, argumenta.
Navegación Caribe cuenta con un personal especializado, los capitanes son egresados de la academia naval Granma de La Habana, dominan el servicio náutico de trasbordo de mercancías, por eso cuando se nos va un profesional experimentado, encontrar otro, da mucho trabajo, explica.
Ahonda que la formación teórica en la academia es de cinco años, pero deben transcurrir realmente otros cinco para consolidar a un capitán de la categoría.
Panorama diferente de cara al 2019
Gracias a las soluciones que han buscado a lo interno con el tema remolcadores Navegación Caribe, la nueva dirección de GEMAR y el Ministerio de Transporte, hoy se puede hablar de estabilidad en la transportación marítima de carga, reconocen Domínguez Fuentes y Casañola Quintana.
Esas motonaves especializadas apoyan las maniobras de buques de mayor porte durante el atraque de destino, donde se llevan a cabo la descarga y carga de mercancías y hala o empuja a barcos o similares -incapacitados o no- en puertos, mar abierto, ríos o canales.
Porque su déficit se convierte en hándicap para la vitalidad del sistema de cabotaje, Domínguez Fuentes alude a la reapertura en el ultramarino territorio, después de tres lustros, del taller para mantenimiento y reparaciones menores de la flota.
A partir de los problemas de éxodo, desde el 2017 se preparan seis alumnos en la academia, ante esta situación a instancia de Organización Superior Dirección Empresarial se le exige a los recién graduados cumplir dos años de servicio social y por ese concepto ya dos egresados trabajan con nosotros, dice.
Eso renueva la fuerza, mejora la capacitación del resto del personal, con edad bastante avanzada y la calidad con que se exploten los equipos en caso de incorporarse a la flota remolcadores más modernos en relación con los existentes en la flota, apunta.
Acota que si bien el 2018 concluye con estabilidad, de cara al próximo año se vislumbra una mejor situación en relación con el tráfico de carga por sistema de cabotaje desde y hacia el Municipio Especial, a partir de la futura incorporación a la flota de las embarcaciones actualmente en reparación.
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