CONTROL MÚSICA
NARRADORA Desde muy joven, Huampi había sido un diestro cazador. Para cazar la vicuña, reunía a sus compañeros y todos juntos, guiados por él, subían a los cerros.
HUAMPI Rodeen el lugar con estas lanas de colores.
NARRADORA La vicuña, intentando huir, se topaba con ese cerco de lana tan frágil que bien podría haberlo cruzado con un saltito de sus ágiles patas. Pero asustada por las cuerdas de colores, retrocedía y quedaba en poder de los cazadores.
HUAMPI ¡Gracias, Pacha Mama, por el alimento que nos das!
NARRADORA En aquellos tiempos, los hombres no eran despiadados. Cazaban sólo lo necesario y respetaban a la Pacha Mama, la Gran Madre, que desde algún lugar del cielo velaba por todas las criaturas.
CONTROL MÚSICA ANDINA
NARRADORA Pasó el tiempo y las cosas cambiaron. El joven Huampi fue elegido cacique y llegó a gobernar varios pueblos de los valles calchaquíes. Entonces, su corazón cambió.
HUAMPI ¡Cayca noccapa!
NARRADORA Afirmaba, soberbio, señalando cerros y hondonadas.
HUAMPI ¡Cayca noccapa!
NARRADORA Que en lengua calchaquí significa: "Esto es mío".
CONTROL MÚSICA DRAMÁTICA
NARRADORA El poder se le subió a la cabeza y se creyó dueño de la tierra…
MUJER Tenemos carne de sobra, Huampi, no sacrifiques más animales.
HUAMPI Todo esto es mío, ¿entiendes? Y con lo mío hago lo que quiero.
NARRADORA Su mujer no fue la única. Las tejedoras también le suplicaban:
TEJEDORA No persigas más vicuñas, Huampi. Tenemos suficiente lana.
NARRADORA Y el artesano encargado de los mantos de plumas para las ceremonias…
ARTESANO Basta ya, no mates más pájaros. No necesitamos.
NARRADORA Huampi, arrogante, no escuchaba consejos. Se sentía dueño del mundo.
CONTROL MÚSICA TRISTE
NARRADORA Los cerros, poblados de animales, parecían temblar cuando Huampi aparecía. El ñandú escapaba a zancadas y hasta la lechuza volaba lejos. Todos buscaban salvarse al verlo llegar porque Huampi mataba por matar y perseguía hasta a las crías indefensas.
CONTROL MÚSICA DE SUSPENSE
NARRADORA Un día, la liebre, al ver a Huampi, huyó con las orejas tiesas para escapar de sus flechas. Fue entonces que por detrás de los cerros se oyó una voz como de mujer…
PACHA MAMA ¡Huampi!... ¡Huampi!
HUAMPI Ey, ¿quién me llama?
PACHA MAMA Huampi, el poder te ha cegado tanto que ya no sabes lo que te conviene. Si sigues dañando a la naturaleza, la naturaleza tomará venganza. Tu pueblo pasará hambre, tu pueblo pasará sed.
HUAMPI ¡Cayca noccapa!... Todo esto es mío.
PACHA MAMA Nada es tuyo. Y ten cuidado, porque hasta los dioses perdemos la paciencia.
CONTROL GOLPE MUSICAL
NARRADORA Por un tiempo, Huampi se asustó, dejó la cacería y los animales respiraron tranquilos. Pero pronto volvió a las andadas.
HUAMPI ¿Qué habrá sido esa voz? Un sueño. La tierra es mía, los árboles son míos, los animales son míos, y con lo mío hago lo que quiero.
NARRADORA Alzó entonces la vista y divisó en el cielo la majestuosa silueta del cóndor. La gran ave no era presa fácil pero Huampi fue tras ella, seguro de alcanzarla con sus flechas.
HUAMPI No escaparás… ¡Cayca noccapa!...
NARRADORA Siguiendo el vuelo del cóndor, llegó a un paraje desconocido.
EFECTO VIENTO
NARRADORA Cuando Huampi levantó su arco para matar, el cóndor se esfumó en el aire y en su lugar apareció el rostro de la Pacha Mama.
HUAMPI ¿Quién… quién eres?
PACHA MAMA Soy tu madre, Huampi, la Madre Tierra. Y por lo que veo, no entendiste mi aviso. Te he prestado los animales para que los cuides y tú los matas por gusto. Te he dado los ríos, los árboles, y nada has cuidado.
HUAMPI Yo soy el cacique, yo…
PACHA MAMA No eres nadie. Eres un ignorante. Ahora te mostraré lo que ocurre en la naturaleza cuando los hombres como tú le pierden el respeto.
EFECTO VIENTO HURACANADO Y SILBIDO
NARRADORA El rostro de la Pacha Mama se ocultó entre densos nubarrones… Huampi se acurrucó temblando al pie de un árbol. Entonces, oyó un silbido.
HUAMPI ¿Qué es eso, qué…?
EFECTO HURACÁN
NARRADORA Era un viento furioso que jamás antes había soplado en aquellas tierras. Un viento tan caliente que quemó las plantas, tan fuerte que secó los ríos. Un viento sucio, lleno de polvo…
HUAMPI No, no…
NARRADORA El vendaval le arrebató a Huampi su vincha de cacique y sus armas de muerte. Y la tierra quedó desierta.
CONTROL PUTUTO
NARRADORA Cuentan que así apareció en los valles calchaquíes el viento zonda, el viento cálido que la Pacha Mama, la Madre Tierra, tenía bien atadito en los palenques del cielo y que desató aquel día cuando perdió la paciencia por causa de un mal hijo, un cazador llamado Huampi.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.lvm.unlp.edu.ar/Antologia/leyendas.htm
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