Digámoslo de una vez: seguimos con nuestra cruzada reivindicativa de mujeres pioneras en música electrónica.
Después de Daphne Oram, Delia Derbyshire, y Beatriz Ferreyra, el camino nos trajo a Else Marie Pade.
Esta compositora nació en Dinamarca en 1924, cuando en India, los invasores británicos dejaron libre al líder nacionalista Mahatma Gandhi, a quien habían encarcelado.
Hasta sus últimos días, dos enormes y viejitos magnetófonos presidieron su laboratorio.
Con ellos, seguía componiendo a la vieja usanza de manipulación de cinta.
La formación clásica de Else Marie Pade en la Royal Danish Academy of Music no fue su único interés o acercamiento a la música.
Descubrió el jazz, y a los 16 años entra como pianista en The Blue Star Band.
Al principio de la Segunda Guerra Mundial, Else Marie Pade Pade se convierte en una activista de armas tomar, en el sentido literal de la palabra.
Se une a la Resistencia y aprende a manejar armas y explosivos, formando parte de un comando sólo de mujeres.
Fue arrestada por la Gestapo e internada en un campo de concentración.
Solía recordar que, en sus eternas horas de celda, "escuchaba la música en su interior".
A un verdadero artista es imposible encerrarlo. Quizá físicamente, pero la imaginación es y siempre será libre.
Después de la guerra, Else Marie Pade se casa en secreto con su marido, al que había conocido como otro prisionero más en el campo de concentración.
Y ahí descubre la música concreta. En 1954 se convierte en la primera mujer danesa compositora de música electrónica.
Ese mismo año, 1954, en el atolón Bikini, Estados Unidos detona la bomba de hidrógeno Bravo, de 15 megatones.
Pade conoce y trabaja con Pierre Schaeffer, Karlheinz Stockhausen y Pierre Boulez, la élite de la vanguardia musical europea.
Algunas de sus más famosas obras son "A Day at Bekken", "Symphonie Magnetophonique", "Seven Circles" basada en teorías de Ligeti, Stockhausen y Boulez.
En 1962, Else Marie Pade compone "Faust", una de sus más aclamadas obras, que no sería tan alabada por los malintencionados puristas de siempre.
Aquí se junta la tradicional mala sangre de esa casta pseudo-nazi auto llamada "purista", y el directo y claro machismo de la época.
Su "Faust" es una valiente pieza instrumental de 31 minutos con increíbles momentos ambient , y pasajes precursores de las envolventes que posteriormente dieron Brian Eno, Steve Reich, La Monte Young o Pierre Henry.
Un extraordinario trabajo de anticipación, realizado con medios no rudimentarios, sino del "medievo".
Ironías del destino.......al final la activista de la Resistencia dinamarquesa ayudó a crear el rock alemán.
Como las británicas Derbyshire y Oram, Else Marie Pade no fue apreciada en vida como compositora debido a su condición femenina.
No obstante, en sus últimos años, se le otorgaran menciones y destacados elogios por parte de todo un amplio sector relacionado con la Electrónica.
Desde estudiosos, investigadores y musicófilos, hasta DJs.
A pesar de ello, no deja de ser otra olvidada más.
Pensamos que su música es la nueva y verdadera música clásica de nuestros días.
El texto de este programa pertenece a J.J. IGLESIAS, de un artículo publicado en la página www.rockliquias.com, en 2018.
Dedicamos el programa a la barra querida de aquellos tiempos.
Después de Daphne Oram, Delia Derbyshire, y Beatriz Ferreyra, el camino nos trajo a Else Marie Pade.
Esta compositora nació en Dinamarca en 1924, cuando en India, los invasores británicos dejaron libre al líder nacionalista Mahatma Gandhi, a quien habían encarcelado.
Hasta sus últimos días, dos enormes y viejitos magnetófonos presidieron su laboratorio.
Con ellos, seguía componiendo a la vieja usanza de manipulación de cinta.
La formación clásica de Else Marie Pade en la Royal Danish Academy of Music no fue su único interés o acercamiento a la música.
Descubrió el jazz, y a los 16 años entra como pianista en The Blue Star Band.
Al principio de la Segunda Guerra Mundial, Else Marie Pade Pade se convierte en una activista de armas tomar, en el sentido literal de la palabra.
Se une a la Resistencia y aprende a manejar armas y explosivos, formando parte de un comando sólo de mujeres.
Fue arrestada por la Gestapo e internada en un campo de concentración.
Solía recordar que, en sus eternas horas de celda, "escuchaba la música en su interior".
A un verdadero artista es imposible encerrarlo. Quizá físicamente, pero la imaginación es y siempre será libre.
Después de la guerra, Else Marie Pade se casa en secreto con su marido, al que había conocido como otro prisionero más en el campo de concentración.
Y ahí descubre la música concreta. En 1954 se convierte en la primera mujer danesa compositora de música electrónica.
Ese mismo año, 1954, en el atolón Bikini, Estados Unidos detona la bomba de hidrógeno Bravo, de 15 megatones.
Pade conoce y trabaja con Pierre Schaeffer, Karlheinz Stockhausen y Pierre Boulez, la élite de la vanguardia musical europea.
Algunas de sus más famosas obras son "A Day at Bekken", "Symphonie Magnetophonique", "Seven Circles" basada en teorías de Ligeti, Stockhausen y Boulez.
En 1962, Else Marie Pade compone "Faust", una de sus más aclamadas obras, que no sería tan alabada por los malintencionados puristas de siempre.
Aquí se junta la tradicional mala sangre de esa casta pseudo-nazi auto llamada "purista", y el directo y claro machismo de la época.
Su "Faust" es una valiente pieza instrumental de 31 minutos con increíbles momentos ambient , y pasajes precursores de las envolventes que posteriormente dieron Brian Eno, Steve Reich, La Monte Young o Pierre Henry.
Un extraordinario trabajo de anticipación, realizado con medios no rudimentarios, sino del "medievo".
Ironías del destino.......al final la activista de la Resistencia dinamarquesa ayudó a crear el rock alemán.
Como las británicas Derbyshire y Oram, Else Marie Pade no fue apreciada en vida como compositora debido a su condición femenina.
No obstante, en sus últimos años, se le otorgaran menciones y destacados elogios por parte de todo un amplio sector relacionado con la Electrónica.
Desde estudiosos, investigadores y musicófilos, hasta DJs.
A pesar de ello, no deja de ser otra olvidada más.
Pensamos que su música es la nueva y verdadera música clásica de nuestros días.
El texto de este programa pertenece a J.J. IGLESIAS, de un artículo publicado en la página www.rockliquias.com, en 2018.
Dedicamos el programa a la barra querida de aquellos tiempos.
