Carlos Humberto es hincha de Cobreloa, y tal como el gran Caszely, para este profesor le es difícil no adoptar al fútbol como su gran pasión. A sus 26 años, gran parte de su vida la vivió en Vicuña Mackenna con Capitán Prat. Mirando hacia la Cordillera y el Estadio Monumental. Inspirándose. Iluminándose.
Su otra vocación es la de ser pedagogo. Así se tituló de profesor de Historia en la Universidad Católica, casa de estudios donde realizó un magister en educación. Hoy, hace clases en la Universidad Arcis y el Liceo José Victorino Lastarria. Entonces, juntó al fútbol con la historia, contando cómo los jugadores del Dínamo de Kiev sobrevivieron a las masacres de la Alemania nazi.
“La idea era retratar lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial con la invasión a Ucrania. Me inspiré en el libro “Historia del secuestro de una pasión”, de Maximiliano Jara. El Dínamo es del Partido Comunista soviético. También consideré un artículo de Simon Cooper, quien califica las historias del equipo como un mito. El cuento mío combina realidad con ficción”.
Su otra vocación es la de ser pedagogo. Así se tituló de profesor de Historia en la Universidad Católica, casa de estudios donde realizó un magister en educación. Hoy, hace clases en la Universidad Arcis y el Liceo José Victorino Lastarria. Entonces, juntó al fútbol con la historia, contando cómo los jugadores del Dínamo de Kiev sobrevivieron a las masacres de la Alemania nazi.
“La idea era retratar lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial con la invasión a Ucrania. Me inspiré en el libro “Historia del secuestro de una pasión”, de Maximiliano Jara. El Dínamo es del Partido Comunista soviético. También consideré un artículo de Simon Cooper, quien califica las historias del equipo como un mito. El cuento mío combina realidad con ficción”.
