RCS: Contanos por qué tu padre y tu madre se tuvieron que ir de Argentina y por qué naces vos en Brasil
Renata: Mi papá trabajaba en Catastro, era estudiante de ingeniería, Y mi mamá era estudiante de trabajo social. Y hacían los folletos para Montoneros. Los fueron a buscar un par de veces – sobre todo a mi papá –, y bueno... los compañeros de ellos iban desapareciendo así que está la decisión de casarse e irse. Primero se va mi papá a Misiones, está escondido un tiempo y después la busca mi mamá y se van a Brasil. Se casan acá y se van a Brasil, porque mi papá ya tenía una hermana allá, entonces era más fácil salir.
Yo nací allá y estuvimos hasta los 6 años. Me acuerdo porque mi cumpleaños es el 30 de octubre, y vinieron el 30 de octubre del 83 a votar. Y nosotros nos volvimos en mayo del 84.
RCS: Sos brasilera de nacimiento y argentina por opción. ¿Cómo sentís que se vincula esto con tu actual profesión de docente de portugués?
R: Que nuestra familia se tuviera que ir a Brasil, que naciera brasilera, que hablara otra lengua, era todo un tema. La mayoría de las cartas de mi familia para nosotros son pedazos de palabras, recuerdos con palabras, para que yo no hablara solamente portugués.
Y en definitiva soy profesora de lengua, soy profesora de portugués, así que si, seguramente la patria está en la lengua porque a mi me identifica por todos lados... en la escritura, en la lectura, los recuerdos son palabras, para mi.
Sí supongo que debe haber marcado mi vida aunque sea inconsciente, porque yo termino siendo profesora de lengua extranjera, trabajando en proyectos de plurilingüismo en la escuela. Si yo me pongo a pensar cómo se va relacionando todo, te asusta un poco...
RCS: ¿Cómo fue el regreso a la Argentina? Qué te acordás de esa vuelta?
Cuando en segundo grado mi papá consiguió trabajo en Yaciretá y nos fuimos a vivir ahí, así que mi historia, para mí en realidad, comienza a partir de segundo grado. Ese primer grado, todo eso no lo recuerdo para nada. Ni siquiera mi casa allá en Brasil.
Había un vacío legal con nosotros que nadie sabía como resolverlo. Nos dieron los documentos de residentes, recién cuando teníamos once o doce años, ese documento marrón. Y recién a los 22 años tuve la sentencia del juez, que dice que a partir de ahora soy argentina, algo que elegí yo ¿no? Soy argentina por opción y mi hermana que también nació en Brasil.
Y yo siempre lo digo y lo he dicho en la multisectorial de DDHH, que hay algo que una persona no cambia es el número de documento y yo lo cambié tres veces. Aprender un número nuevo, y a veces se me mezclan... Algo que vos decís “siempre voy a tener el mismo”.
RCS: Tu papá tuvo experiencia sindical, tu mamá tuvo experiencia sindical. Hay toda una tradición de lucha sindical en lo previo a lo que fue el golpe de Estado de 1976 en Argentina. ¿Cuál es tu participación actual en relación con el sindicato y cuál crees que son los desafíos en este momento histórico en Argentina?
R: Actualmente soy delegada de AGMER (Asociación Gremial del Magisterio en Entre Ríos) y de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado). El desafío está justamente en la disputa de sentidos. Hay debates y discusiones con cierto nivel que hemos perdido y que es urgente recuperarlos. En qué momento de nuestra historia sindical dejamos de disputar los sentidos y qué nos pasa hoy que no podemos sostener ciertas discusiones y que cualquier discusión, por ejemplo de pedir la Libertad de Milagro Sala, hoy parece que es algo de la dirigencia y no del común de los compañeros, entonces eso nos preocupa a nosotros. Eso como muchas otras disputas de sentido.
Cuando asume la gestión provincial del Sindicato se planteó una formación de delegados que el mismo Sindicato después decidió bajarlo porque entendió en aquel momento que la disputa tenía que darse con todo el conjunto de los docentes y no solo con los delegados. Y bueno, lo que nosotros vamos a hacer es ver que esos compañeros que sí terminaron la formación sindical, dónde están ahora. Si están afuera del Sindicato o están dentro del Sindicato, si ocupan espacios de gestión, qué debates están teniendo y qué disputa de sentido están dando.
Algunos temas forman parte del discurso de los dirigentes, pero en la escuela no se discute. Yo voy a una asamblea y sostengo el tema de la paritaria nacional, pero ellos no lo ven como parte de un proyecto del trabajador, lo ven como algo que nosotros estamos criticando al gobierno actual.
RCS: Una de las temáticas para abordar, justamente, el estudio del terrorismo de Estado en las escuelas, suele ser por ejemplo, el derecho a la identidad. ¿Cuál crees, pensas, sentís vos que es tu identidad en relación con esto de haber nacido en Brasil, haberte criado en Argentina? ¿Cómo lo vivís y cómo lo pensas?
R: Yo milité fuertemente en una agrupación que se llamaba Paulo Freire, y el año pasado tuve por primera vez la oportunidad de ir a un encuentro de profesores en Brasil. Y no puedo ponerle nombre ni nada, pero algo me hizo clic. Que no puedo definir todavía, que me impactó. No sé si la vuelta al país que todo el mundo dice, o quizás en algún momento empiezo a recordar eso que tengo en mi cabeza, que no lo puede nunca visualizar, pero... estoy en esa etapa: entre el libro [de cartas] de mi mamá y el hecho de que me tocó viajar y estar en contacto con el pueblo brasileño, con su cultura “adentro”, no como cuando vas de turista... me hizo algo (risas). Que todavía no puedo nombrar pero es algo. Yo siempre me definí argentina, y siempre lo digo “por opción”, porque también es fuerte.