El Cuento de Roma, Episodio 8 — Tarquinio el Viejo.
Después de la muerte de Anco Marcio, y habiéndose asegurado que el voto de los senadores iría en favor de Tarquinio, el nuevo rey inmediatamente subió el número de senadores romanos.
Puso 100 senadores nuevos en sus puestos, y en la gran mayoría esa gente venía de familias de la clase media, quienes le habían sido útiles a Tarquinio, en su ascendencia al trono.
Ahora el senado tenía 300 senadores, y aquí quiero añadir que uno de los senadores nuevos fue un hombre de apellido Octavio.
De ese hombre provendría—unos 500 años más tarde, el primer emperador de Roma.
Según el escritor y cronista Flavio Eutropio del siglo 4 de nuestra era, Tarquinio fue el primer rey de Roma verdaderamente educado, y tambien fue el primer rey que utilizó intrigas en los palacios de gobierno para provechos personales.
De hecho, hasta aquel entonces, la sucesión del trono en Roma no era basada en herencia. Pero con todas las donaciones y demás generosidades de Tarquinio, los senadores apoyaron al rey en cualquiera de sus decisiones.
Tanto le obedecía el senado a Tarquinio, que la gente en la ciudad empezó a murmurar que el verdadero trabajo de los senadores ya no era escribir leyes nuevas, sino simplemente darle el sello de aprobación al rey.
Bueno. Si Tarquinio hubiese sido un mal rey, eso hubiera sido un problema enorme para Roma.
Pero Tarquinio fue un rey de conciencia y muchas habilidades, tanto como administrador, como en el campo de batalla.
Esto lo demostró en consecutivas victorias en contra de aquellos latinos y aquellos sabinos que no habían sido trasladados a Roma, y quienes todavía no se podían olvidar de aquel episodio del rapto de sus mujeres.
Tarquinio los venció con facilidad, y al cabo de una batalla de mayor importancia, el rey decidió organizar una marcha de triunfo en Roma.
Según las crónicas, el dia 13 de Setiembre del año 585 AC, las tropas de Tarquinio entraron a la ciudad de Roma, detrás del rey mismo, quien iba en un carruaje de oro, tirado por cuatro caballos.
El rey mismo llevaba una túnica bordada en oro, y decorada con hojas de palmas. Detrás de las legiones, los prisioneros en cadenas y el botín de guerra fueron paseados ante los ojos de los ciudadanos, tal como ellos jamás lo habrían visto anteriormente.
Tarquinio se dió cuenta que Roma necesitaba de un lugar donde organizar ese tipo de acontecimientos en el futuro.
De esta manera el rey ordenó la construcción de un hipódromo entre las colinas del Palatino y del Aventino.
…