FECHA: 11 de septiembre de 2019
REDACTOR: Alain amador Pardo
TEMA: Eric Clapton, una guitarra entre el cielo y el infierno
SONIDO: JINGLE DE PRESENTACIÓN Y MÚSICA DE ERIC CLAPTON “SUNSHINE OF YOUR LOVE” QUE BAJA A FONDO DE:
LOC: El músico inglés Eric Clapton recorre una vida marcada por todos los excesos canónicos del rock y el afán de alcanzar la perfección en sus memorias, que se publican en breve en España.
Ya en la primera frase de sus memorias, Clapton asegura que desde el principio de su vida tuvo la sensación de ser una persona “diferente” a las demás.
Al menos, el primer palo que recibió estaba fuera de lo normal: aquel niño se enteró después de unos años de que sus padres eran en realidad sus abuelos y que su hermana era su madre.
Tras eso, el “pequeño bastardo”, tal y como le llamaba su tío, se pasó la niñez y la adolescencia encerrado en sí mismo.
Su madre se terminó yendo de casa, su padre nunca apareció y su único consuelo en el entorno pobre y aburrido de la localidad de Ripley, al sur de Londres, fue el blues, que, como tantos chicos de su generación, conoció por los programas de radio nocturnos.
SON: ENTRA “COCAINE” Y FONDEA
Reconoce “Mano lenta” —su apodo de toda la vida— cierto síndrome del eterno segundo, pero aún más que el mismo tipo al que bautizaron “Dios” en la escena londinense en los primeros compases de su carrera nunca estaba satisfecho con nada.
Tozudo y “demasiado purista”, dejaba grupos excelentes como los YARDBIRDS y JOHN MAYALL Y SUS BLUESBREAKERS en cuanto se desviaban un poco de su fanatismo blues o abandonaba bandas de impacto mediático y comercial por falta de interés.
Clapton era un pura sangre de la guitarra, pero no encajaba en su época, hasta el punto de que la beatlemanía le parecía “terrible” y demostraba “lo aborregada que estaba la gente”.
SON: ENTRA “TEARS IN HEAVEN” Y FONDEA
Después de pasar por desintoxicación en dos ocasiones durante los ochenta, cuando menos inspirado estuvo musicalmente, a Clapton, que ya llevaba tres años sin beber, le esperaba en MIL 991 su peor desgracia.
La muerte de su hijo Conor. El pequeño de cuatro años se cayó desde un piso CINCUENTA Y TRÉS de un rascacielos de Nueva York.
Su recuerdo fue detonante de TEARS IN HEAVEN, la composición por las que más premios recibió Clapton, quien en sus memorias no incide mucho en el dolor de aquellos años y sí en la fuerza que halló en la música, la oración y la rehabilitación para recuperar la estabilidad.
Remata su autobiografía con la posibilidad de redención, esa que, en los peores momentos de su existencia, bajo un remolino de obsesiones, “Mano lenta” ofreció a los demás a través de los deleites y llantos de su irrepetible guitarra.
SONIDO: SUBE BREVE Y BAJA A FONDO DE:
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Audio disponible en esta dirección: https://radioteca.net/userprofile/ain_cuba/