Bajo diferentes circunstancias, los incendios forestales acechan en buena parte del país. La presente emisión del Espacio Social, versa sobre el impacto de la actividad humana como resultado del calentamiento global. Y es que, desde el 14 de abril, la región con mayor diversidad biológica de México y Mesoamérica, es decir la selva de Los Chimalapas, comenzó a arder, víctima de los misteriosos incendios forestales intermitentes y la escasez de lluvias pero también de la indolencia de “los gobiernos federal y estatales de Oaxaca y Chiapas”, denunció el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas. Desde septiembre de 2018, Oaxaca cuenta con un Programa Estatal de Cambio Climático. Sin embargo, el presupuesto para este 2019, es de 400 mil pesos, cifra que para Tzinnia Carranza, integrante del Comité Técnico de Cambio Climático de Oaxaca, es totalmente insuficiente pues básicamente fue “etiquetado para cubrir las necesidades de las reuniones de la Comisión Intersecretarial”. Entonces, vale la pena preguntarse ¿de qué sirve tener un plan estatal si no se le otorga la importancia necesaria para llevar a cabo la estrategia para su implementación?, ¿qué opciones tiene la ciudadanía ante las prioridades de un gobierno omiso ante su propio Programa Estatal de Cambio Climático?, e incluso al derecho a vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible, tal y como lo establece el Tratado de Escazú.