El territorio es para muchos de los pueblos y comunidades de México su fuente de vida, es el centro de reproducción de su cultura y espiritualidad, es el espacio sagrado que enlaza a las generaciones ancestrales con las generaciones nuevas. Estas ideas se contraponen a las nociones del capital, que promueve la privatización de la tierra y la compra-venta de los bienes naturales, dejando a su paso desplazamiento de la población, opresión y violencia. Hoy los territorios, son el espacio de la resistencia de los pueblos indígenas frente a proyectos que bajo el esquema del "desarrollo", se imponen mediante engaños. Reivindicar los valores particulares de los pueblos, como lengua, vestimenta, música, danza, así como su relación con la tierra, provee una estructura innata para la defensa de los territorios, el enfrentar el autoritarismo o bien las imposiciones de una modernidad necia que se niega a entender el valor de una filosofía. Retomando la importancia de las fiestas como parte de la identidad comunitaria, es que colectivos como Altepee y Hacer Tequio, uno veracruzano y el otro oaxaqueño, es que se trabaja por el fortalecimiento del tejido social.