FECHA: 9 de febrero de 2018
REDACTOR: Alfredo Carralero Hernández
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Gibara, abierta siempre en la cultura y las tradiciones.
Gibara, ciudad marina en el litoral norte de Holguín, reúne en su casco histórico múltiples instalaciones que la distinguen por su riqueza arquitectónica y colonial, donde la Casa de la Cultura Raúl Gómez García ocupa un sitio preferencial.
Abierta desde hace 43 años, los gibareños se sienten dueños de todo su entorno y hacia ella acuden como uno de los espacios más identitarios para el desarrollo de los proyectos socios-culturales de la pequeña urbe, fundada el 16 de enero de 1817 y declarada Monumento Nacional en el 2004.
Con estas propiedades, encontró el cineasta cubano ya fallecido, Humberto Solás a Gibara, devenida desde hace varios años como sede permanente del Festival Internacional de Cine, evento que se ha hecho acompañar en calles, parques y plazas de un variado programa cultural-artístico y recreativo de referencia para quienes visiten la ciudad, muestren sus deseos por volver una y otras veces.
Sin muchos recuentos, pero si con precisiones de lo que significa esta emblemática instalación, sus directivos y especialistas afirman que se trata de una especie de aula integral, donde se conjugan variados programas para luego extenderlos hacia las comunidades y Consejos Populares del municipio de Gibara.
Todo lo que se promueve en materia cultural-recreativa en la zona, tiene su base en esta Casa, afirma su director, Argelio Ávila Hernández, al definirla como sistema integrador a través del cual se fortalecen los valores de identidad y de cubanía en la sociedad a partir del rol transformador que tiene en el arte y la literatura.
En este sentido, dijo, tenemos nuestro programa de desarrollo propio como base de la implementación de la política cultural, basada en el trabajo comunitario como epicentro en la promoción, capacitación y orientación de los valores sociales.
Es el lugar, significó, desde el cual se genera todo el potencial de los diversos proyectos de rescate de las tradiciones autóctonas del entorno gibareño, con el Movimiento de Aficionados al arte y la literatura como centro de cada programa socio-cultural.
El punto de partida de la casa Raúl Gómez García, se enfoca cotidianamente hacia las comunidades y asentamientos rurales bajo las precisiones de sus instructores de arte, que de conjunto con distintas instituciones van al encuentro de las raíces culturales de los pobladores como una de las vías para sembrar y cultivar tradiciones.
Hacia diferentes sitios de estos entornos, caminan como mensajeros de la cultura y el arte cerca de 100 instructores de la Brigada José Martí, quienes se abren paso mayormente en centros educacionales del municipio para mostrar los amplios valores de Gibara en música, danza, artes plásticas, teatro y literatura.
Tanto en áreas urbanas como rurales, estas presentaciones tienen seguidores de todas las edades, porque están diseñadas precisamente para un público que mira y espera por las obras de la Casa de la Cultura Raúl Gómez García, abierta siempre para creadores, investigadores, gibareños y visitantes.
Fue un comentario de Alfredo Carralero Hernández Tomado de la revista cultural La Jiribilla
en la voz de..
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