Si es tu empíreo luminoso
en lontananza casi infinito
con un rumor suave y exquisito
que arrulló tu primer sollozo
y de noche es suerte de acre gozo
donde se avivan tus querellas
y queriendo atrapar estrellas
desilusionado te halla tu destino
al mirar hacia atrás en tu camino
caminante, son tus huellas.
No conoce calma tu ímpetu peregrino
ni de tranqueras las elegidas sendas
pero ya es tiempo de que aprendas
así las nubes tapen el sol matutino
no negareis de lejana ave su trino
pues es tu aventura un sueño tenaz
que no habrá de repetirse jamás
agua pasada por noria en la rueda
y de tu odisea solo te queda
el camino y nada más
Y si tu paso se torna presuroso
hacia postas y conquistas
que aunque no estén a la vista
se cauto y cesad lo ansioso
que el mundo es todavía hermoso
solo obtendrás un genio cansino
la vida es tal cual un laberinto
a cada quien un destino distinto
cesad también de ser ladino
caminante, no hay camino
Mientras tengáis más urgencia
por salir del artificio de Dédalo
será como vagar por un médano
desorientado sin conciencia
por la falta de útil paciencia;
permite a tu ingenio inventar
y con tu pericia te ha de llevar
a la ansiada y acertada meta
como lo escribió el poeta
se hace camino al andar.