En México, un promedio de siete mujeres son asesinadas diariamente por el hecho de ser mujeres. Nuestras redes sociales cada vez se asemejan más a la sección de nota roja de los periódicos. Los encabezados de estas noticias compartidas están plagados de prejuicios que pretenden justificar los asesinatos. Los comentarios y opiniones en las redes sociales parecen cobijar que el feminicidio se siga normalizando.

Queremos transmitir una inquietud a partir de un tratamiento idílico sobre un tema doloroso, cuya problemática y raíz amerita quizá mucha más sensibilidad que la que se transmite en el encabezado de una nota de periódico.

Amparo encuentra su necesidad de existir al preguntarnos si es así como debemos morir las mujeres, ¿por qué ha de volverse normal ver estas imágenes de nuestros cuerpos tirados y tratados como basura?, ¿por qué tenemos que cuidarnos?, ¿por qué pueden matarnos si quieren?

Hablar de este tema y buscar la empatía con el espectador sin ilustrar el acto violento del asesinato y tortura es, sin duda, el mayor reto para la realización de esta historia.

Creemos que hay que comenzar con humanizar de nuevo a los cuerpos asesinados que fueron, son y serán mucho más que una noticia de una muerta más.

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