La vocación del canto le llegó desde pequeño integrando el coro de la iglesia y a los cinco años, impulsado por su padre, comenzó el estudio de violín con su tío Alibeo Crudeli. Con ese instrumento debutó en la orquesta de Aníbal “Melón” Troncoso, con quien se presentó en reuniones bailables tanto en “La Siempre Verde” como en “La Sociedad Italiana”, las salas por excelencia de Ingeniero White.