Muy clara la definición inicial que propones y las aclaraciones, muy pertinentes. El aparato y el terror militar-paramilitar es una herramienta de un proyecto mucho más integral. Detrás está una conspiración de la derecha. La escalada de esta ultra derecha tiene que ver con acceder a recursos extractivos. En Colombia, en términos extractivos tenía que ver, según me consta, con la gran cantidad de recursos que existen en ese país. El éxito de este modelo para acceder a estos recursos hace que se exporte.
Creo que es importante además explicar un plano más abajo, más cercanos y cotidiano. Preguntarnos y responder, por ejemplo, ¿Por qué como sociedad aceptamos estos modelos? Tendrá que ver seguramente con el consumo. El consumo genera un masivo desinterés de la gente por hechos y amenazas vitales. En otras palabras, esta conspiración y su escalada responden a un componente económico fundamental. Más que concentrarnos en la pata paramilitar, nos desafía a concentrarnos en el modelo reaccionario. A partir de allí se entiende su sentido estratégico y sus beneficiarios. En el caso colombiano, por ejemplo, la guerrilla da el pretexto de que se sirven para implementar la estrategia conspirativa y el terror.
Hay especificidades y particularidades en la implementación estratégica de este proyecto conspirativo: Por ejemplo, los Paras en Argentina tienen que ver más con la policía. Se trata de una Derecha organizada y actuando, con muchos recursos.