COMENTARIO
FECHA: 22-05-18
REDACTOR: Marta Gómez Ferrals
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Independientes de Color, la masacre silenciada.
El 20 de mayo de 1912 marcó en Cuba el comienzo del levantamiento armado dirigido por el Partido Independientes de Color, formado por negros y mestizos en reclamo de sus derechos pisoteados y negados en una república nacida poco antes bajo los designios de un imperio interventor y de clara ideología racista.
Los participantes en la también llamada Guerra de 1912, fueron masacrados por las fuerzas regulares del ejército, que en poco menos de dos meses asesinaron a una seis mil personas, con total impunidad y el silencio de la prensa.
El levantamiento armado tuvo su epicentro en las montañas del oriente de la Isla y en él se involucraron generales y combatientes del antiguo Ejército Libertador, licenciado en condiciones onerosas e integrados al Partido Independientes de Color, fundado en 1908 por Evaristo Estenoz y Pedro Ivonet, muertos más tarde en tales sucesos.
Como saldo de la matanza que terminó en julio, además de los miles de caídos, había unas dos mil 180 personas acusadas por rebelión,
pero en otras zonas del país situadas en el vórtice de la organización del alzamiento como La Habana, Pinar del Río y Las Villas también se hizo sentir la represión, el crimen y encarcelamiento.
Ya, desde mucho antes, desde finales de la Guerra de 1895-98, coartada brutalmente por Estados Unidos, sin saberse todavía que se empezaría un camino de regresión para los que habían luchado en la manigua en plena igualdad y faternidad y para los que aspiraban por mandato de José Martí hacer una república “Con todos y para el bien de todos”•.
Si bien es cierto que la injerencia norteamericana reforzó el sentimiento racista, la nueva república heredó de los presupuestos ideológicos coloniales el desprecio por los descendientes de los esclavos africanos: negros y mestizos, y lo convirtió casi en una política oficial, aunque nunca abiertamente proclamada. El peso estaba en la praxis social, en la vida real.
El miedo al negro, a las tradiciones provenientes de sus ancestros africanos, que ya formaban parte de la cultura nacional, era algo que se reforzaba de manera abierta o velada, pero siempre se hacía pender como espada de Damocles por los oligarcas y el poder durante todas las repúblicas que antecedieron al triunfo de la
Revolución.
El alzamiento y masacre de 1912 marcó el fin del Partido de Independientes de Color. ¿Cómo era la vida de ese sector nacional, al cual se segregaba y apartaba de los procesos fundamentales de desarrollo de la sociedad?
Un general de la independencia: Quintín Banderas solo había recibido el mal remunerado trabajo de cartero, con el cual casi moría de hambre y terminó vilmente asesinado y enterrado como un pordiosero. Otros muchos combatientes heroicos de su color fueron igualmente abandonados a su suerte y vejados.
En resumen: no había personas negras o mestizas en un cargo influyente, el empresariado ni en las firmas estadounidenses. Muy pocos, logrado hacerse de una posición de clase media baja, como el caso de Evaristo Estenoz que era contratista de obra. Había muy pocos calificados como periodistas, abogados e ingenieros, músicos de fama mundial, a un costo y sacrificio sobrehumano de su familia o benefactores o de ellos mismos.
El análisis de aquellos acontecimientos desde la actualidad, requiere de investigaciones cada vez más profundas, que incluyan los detalles posibles y el enfoque holístico. Y sobre todo, cada vez más desprejuiciadas, como el empeño que anima hoy a las personas de bien del país, orgullosas de su legado.
Fue un comentario de Marta Gómez Ferrals en la voz de… y la realización de…
ACN RADIO
Audio disponible en esta dirección: https://radioteca.net/userprofile/ain_cuba/
FECHA: 22-05-18
REDACTOR: Marta Gómez Ferrals
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Independientes de Color, la masacre silenciada.
El 20 de mayo de 1912 marcó en Cuba el comienzo del levantamiento armado dirigido por el Partido Independientes de Color, formado por negros y mestizos en reclamo de sus derechos pisoteados y negados en una república nacida poco antes bajo los designios de un imperio interventor y de clara ideología racista.
Los participantes en la también llamada Guerra de 1912, fueron masacrados por las fuerzas regulares del ejército, que en poco menos de dos meses asesinaron a una seis mil personas, con total impunidad y el silencio de la prensa.
El levantamiento armado tuvo su epicentro en las montañas del oriente de la Isla y en él se involucraron generales y combatientes del antiguo Ejército Libertador, licenciado en condiciones onerosas e integrados al Partido Independientes de Color, fundado en 1908 por Evaristo Estenoz y Pedro Ivonet, muertos más tarde en tales sucesos.
Como saldo de la matanza que terminó en julio, además de los miles de caídos, había unas dos mil 180 personas acusadas por rebelión,
pero en otras zonas del país situadas en el vórtice de la organización del alzamiento como La Habana, Pinar del Río y Las Villas también se hizo sentir la represión, el crimen y encarcelamiento.
Ya, desde mucho antes, desde finales de la Guerra de 1895-98, coartada brutalmente por Estados Unidos, sin saberse todavía que se empezaría un camino de regresión para los que habían luchado en la manigua en plena igualdad y faternidad y para los que aspiraban por mandato de José Martí hacer una república “Con todos y para el bien de todos”•.
Si bien es cierto que la injerencia norteamericana reforzó el sentimiento racista, la nueva república heredó de los presupuestos ideológicos coloniales el desprecio por los descendientes de los esclavos africanos: negros y mestizos, y lo convirtió casi en una política oficial, aunque nunca abiertamente proclamada. El peso estaba en la praxis social, en la vida real.
El miedo al negro, a las tradiciones provenientes de sus ancestros africanos, que ya formaban parte de la cultura nacional, era algo que se reforzaba de manera abierta o velada, pero siempre se hacía pender como espada de Damocles por los oligarcas y el poder durante todas las repúblicas que antecedieron al triunfo de la
Revolución.
El alzamiento y masacre de 1912 marcó el fin del Partido de Independientes de Color. ¿Cómo era la vida de ese sector nacional, al cual se segregaba y apartaba de los procesos fundamentales de desarrollo de la sociedad?
Un general de la independencia: Quintín Banderas solo había recibido el mal remunerado trabajo de cartero, con el cual casi moría de hambre y terminó vilmente asesinado y enterrado como un pordiosero. Otros muchos combatientes heroicos de su color fueron igualmente abandonados a su suerte y vejados.
En resumen: no había personas negras o mestizas en un cargo influyente, el empresariado ni en las firmas estadounidenses. Muy pocos, logrado hacerse de una posición de clase media baja, como el caso de Evaristo Estenoz que era contratista de obra. Había muy pocos calificados como periodistas, abogados e ingenieros, músicos de fama mundial, a un costo y sacrificio sobrehumano de su familia o benefactores o de ellos mismos.
El análisis de aquellos acontecimientos desde la actualidad, requiere de investigaciones cada vez más profundas, que incluyan los detalles posibles y el enfoque holístico. Y sobre todo, cada vez más desprejuiciadas, como el empeño que anima hoy a las personas de bien del país, orgullosas de su legado.
Fue un comentario de Marta Gómez Ferrals en la voz de… y la realización de…
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