FECHA: 19 de septiembre 2018
TEMA: Indicadores de pronóstico para el cáncer de mama
REDACTOR: Alain Amador
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN.
LOC: El cáncer de mama menos común, pero también más agresivo y más difícil de tratar, es el llamado triple negativo.
En esta variante no es posible identificar marcadores que permitan clasificar a las pacientes según su pronóstico o su probabilidad de responder a un tratamiento u otro.
Ahora, Investigadores españoles del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, identificaron nuevas dianas farmacológicas y apunta cómo podrían ser efectivos tratamientos combinados con fármacos ya existentes.
En concreto, se identificaron SEIS proteínas quinasas cuyo estado funcional predice la evolución de la patología.
Además, los investigadores hallaron la manera de que el estudio de estas proteínas pueda hacerse en los hospitales, de forma que en el futuro sea una prueba clínica tan habitual como lo es hoy el análisis del perfil genético de cualquier tumor.
El oncólogo Miguel Ángel Quintela, director de la Unidad de Investigación Clínica del citado centro y autor principal del trabajo, lo explica:
VOZ HOMBRE: “Hasta ahora no fue posible establecer una relación entre la presencia de determinadas mutaciones en cáncer de mama triple negativo y un pronóstico, o la respuesta a fármacos.
Demostramos por primera vez que la PROTEÓMICA puede ser usada para predecir la evolución del cáncer de mama triple negativo, y para seleccionar combinaciones de parejas de fármacos candidatos a ensayos clínicos”.
Décadas de investigación en GENÓMICA del cáncer lograron identificar, en muchos cánceres, mutaciones genéticas dominantes que determinan la progresión del tumor y guían el diseño de tratamientos personalizados.
Por eso, sería de gran interés en este tipo de cáncer un sistema de clasificación asociado a opciones terapéuticas diversas.
En otras palabras, el punto de mira no fueron los genes implicados, sino las proteínas cuya síntesis ordenan estos genes, y tuvieron éxito.
La validación de los resultados confirmó el valor de SEIS QUINASAS que actúan como marcadores.
Aquellos pacientes en que ninguna de estas proteínas estaba activa tenían un NOVENTA Y CINCO por ciento de probabilidad de curarse, o al menos de no haber recaído doce años después del tratamiento.
En cambio bastaba con que solo una de las seis quinasas estuviera activa para que el riesgo de recaída se multiplicara por diez.
Novedades de la ciencia y la tecnología por medio de Alain Amador, Yosdani Muñoz y Yasney Crespo.
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