Comunicado de la Mesa de Agua y Ambiente de La Granja: El 4 de abril el gobernador Schiaretti hace el anuncio de que provincia y nación financiarán una obra de un dique seco sobre el lecho del Carapé. La obra con un valor de 140 millones de pesos sería un dique seco que contendría las aguas de las potenciales crecidas del río y que en su cota máxima, inundaría 20 hectáreas en la zona de su emplazamiento. La obra dejaría sumergido el camino que une Ascochinga con La Cumbre por lo que su relocalización sería parte del proyecto. El día 12 de abril, los vecinos de La Granja, municipio al cual pertenece Ascochinga, organizan una reunión con autoridades de la Secretaria de Recursos Hídricos a fin de recabar información del anuncio del gobernador, que afecta directamente a esta población y de la cual nada se sabía hasta las publicaciones periodísticas. El Ing. Juan Pablo Toneatto se presentó en la localidad de La Granja a fin de informar sobre lo anunciado por el gobernador. Se confirmó que el mencionado dique seco sería el primero de cuatro ubicados en la cuenca. Se detalló que sería un dique seco que inundaría durante las crecidas 20 hectáreas de la Reserva Natural de la Defensa Ascochinga (RNDA). No había datos sobre el desplazamiento del camino que quedaría sumergido pero se estimaba que para su desplazamiento implicaría la destrucción de otras 20 hectáreas sobre la misma reserva. El día 20 de abril en una visita no anunciada de técnicos de la UNC, y en diálogo con miembros de la Mesa de Agua y Ambiente de la Granja, algunos de los técnicos dejaron entrever que el proyecto recibido para realizar el EIA contendría válvulas y características que indicarían que el dique en cuestión no sería un dique seco sino que contendría un espejo de agua permanente. El día 26 de abril, en los predios de la Sociedad Rural, el Ing. Francisca manifiesta que el dique inundará la reserva en su cota máxima 20 hectáreas y que tendría un espejo de agua permanente sin especificar dimensiones. Del camino no se habla demasiado. Al día siguiente, 27 de abril, se publica el llamado a licitación para la obra. El día 13 de mayo, mediante gestiones de miembros de la MAyA, se logra acceder al contenido del Impacto Ambiental presentado en la Secretaría de Ambiente de la provincia. En el mismo versa que el dique no será seco, que el espejo de agua permanente inundará 8 hectáreas de la reserva, que hasta llegar al vertedero serán 19.5 hectáreas de la misma reserva y que en su cota máxima la inundación sería de 31.5 hectáreas. En el término de 39 días se realizó un anuncio por el gobernador que fue mutando según los funcionarios y técnicos intervinientes. Con un EIA que requiere a todas luces mayor desarrollo y no contempla en lo absoluto la afección social ni natural de la zona de donde será emplazado. Hasta acá la narración fría de cómo se sucedieron los acontecimientos y que manifiestan una preocupante similitud con el proceso de proyección y ejecución del camino del Cuadrado. La diferencia: el proyecto del Cuadrado estaba emplazado en una zona no urbana. Hoy se pretende favorecer a un sector que no mejora el estado ambiental de deterioro que él mismo creó, en detrimento de las condiciones de vida de otro que trata de vivir bajo otras consignas. Al momento de culminar estas líneas tomamos conocimiento de que la Audiencia Pública para este proceso se ha fijado el día 13 de junio en el Auditórium de la Sociedad Rural, muy lejos de los afectados por la obra y que ratificando lo expresado los sectores agrícolos-ganaderos de Jesús María, no sólo no buscan remediar algo de lo producido sino que pretenden profundizarlo, con el anuncio de que la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias Regional Córdoba formará un equipo interdisciplinario para elaborar una propuesta para producir SUSTENTABLEMENTE, interviniendo LOS BOSQUES NATIVOS. No aprendemos más…