CIEMPIÉS Araña, ¿por qué no vas a vivir a aquel hermoso huerto del vecino?... Es enorme, allí estarás muy feliz.
NIÑA La araña le contestó:
ARAÑA Te lo agradezco, ciempiés, pero prefiero este pequeño huerto. Aquí tengo moscas, mosquitos y cochinillas y en aquél, su dueño fumiga tanto que casi no quedan bichos. Si fuera a vivir allí, probablemente también yo desaparecería.
NIÑA ¿Saben qué hizo el ciempiés?... (SE RÍE) ¡Se quedó también a vivir en el huerto de la inteligente araña!
BIBLIOGRAFÍA
Blanca Menacho Ortiz