Adaptación del cuento del escritor salvadoreño Salvador Salazar Arrué, mejor conocido como Salarrué (188-1975). Cuentos de barro, EDUCA, San José 1982.
EFECTO AMANECER
NARRADORA José Pashaca era un cuerpo tirado en una hamaca.
JOSÉ BOSTEZA
NARRADORA la hamaca era una hamaca tirada en un rancho
JOSÉ NUEVO BOSTEZO
NARRADORA y el rancho era un rancho en la ladera de un pueblito campesino.
MADRE ¡Hijo, despierta al menos!... ¡Ya hasta el color de tus ojos se me ha olvidado!
NARRADORA Petrona era la nana, la madre de leche que lo había criado y alimentado...
JOSÉ ¿Qué quiere, mama?
MADRE ¿Cómo que qué quiero?... ¡Es necesario que trabajes, hijo!... ¡Ya eres un indio hecho y derecho!... ¡Tienes que buscar algún oficio!
JOSÉ Bah No moleste, mama (BOSTEZA)
NARRADORA En algo se regeneró el holgazán: de estar durmiendo pasó a a estar bostezando.
CONTROL MÚSICA ALEGRE
NARRADORA Un día, llegó Eulogia, una vecina de la comarca, a casa de José Pashaca. Venía con algo en las manos
EULOGIA Vean lo que encontré trabajando en el campo
NARRADORA Era un sapo de piedra Tenía unos adornitos y las pelotitas de los ojos bien marcadas.
EULOGIA ¡Las cosas que una encuentra en estas tierras!... Qué feo este sapito, ¿no?... (SE RÍE) Vaya, ahí lo dejo para que juegue su niñita, doña Petrona
NARRADORA José Pashaca ni abrió los ojos para ver el sapo de piedra. Pero al rato, llegó el abuelo Bashuto
ABUELO ¡Buenos días nos dé Dios!
MADRE (3 P) Buenos días, abuelo Bashuto. ¿Qué se le ofrece?
ABUELO Pues venía pá pedirle Ey y este sapito, ¿quién lo trajo?
MADRE Lo dejó la vecina Eulogia, que se lo encontró arando la tierra
ABUELO Estas cositas son obra de otros tiempos, de los antiguos pobladores. En los surcos aparecen También se encuentran botijas de oro
NARRADORA Cuando el abuelo mencionó las botijas de oro, José Pashaca se dignó abrir los ojos y hasta pronunciar un par de palabras
JOSÉ (BOSTEZA) ¿Cómo es eso, abuelo Bashuto?
ABUELO ¡Cuestiones de suerte, hombre!... Agarras el arado, vas arando, vas abriendo el surco y ¡ploc, ploc!... de repente te topas con la botija y listo te llenas de oro y de plata
JOSÉ ¿Eso es de veras-de veras, abuelo Bashuto?
ABUELO De verísimas, muchacho. Así como lo oyes. Bueno, es la suerte de cada quien Yo recuerdo a un compadre que vivía en la otra ladera del pueblo
JOSÉ Cuente, cuente, abuelo
ABUELO Pues resulta que este compadre, una vez, bien de madrugadita, mete el arado y no podía avanzar entonces forcejea hunde más al fierro (SE PIERDE)
NARRADORA El abuelo Bashuto prendió un cigarro y comenzó a contar mil hallazgos de botijas de oro que habían encontrado algunos conocidos suyos
ABUELO ¡Cuestiones de suerte, hombre!
NARRADORA Cuando el abuelo se fue, a José Pashaca le quedó la comezón por dentro
JOSÉ (PENSATIVO) Con que cuestiones de suerte, ¿no?
(CONTINUARÁ)