COMENTARIO
FECHA: 27 de noviembre de 2017
REDACTOR: Jorge Wejebe
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: La independencia de Angola o el fracaso de un intento neocolonial
En noviembre de 1975 Agostinho Neto, máximo dirigente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), recibió el poder del mando colonial de Portugal y declaró ante una gran concentración en Luanda, capital de la nación, la independencia de la antigua colonia tras dirigir desde 1961 la lucha armada contra las fuerzas colonialistas.
La jornada fue diferente al tradicional estilo de ceremonias con el que accedieron a la independencia otras colonias, y en el ambiente se percibía entre los presentes, -la mayoría guerrilleros del MPLA-, la tensión que antecede a la inminente batalla que librarían contra enemigos muy poderosos que se encontraban a menos de 25 kilómetros.
El nuevo gobierno lusitano negoció la independencia de sus colonias en África, especialmente en Angola donde no podían mantener su dominio ante el incremento de la guerra revolucionaria iniciada por el MPLA desde 1961, y pactó para noviembre la entrega del gobierno a esa organización, aunque las autoridades coloniales no demostraron mucho apego a los acuerdos y fuerzas reaccionarias intentaron frustrar el arreglo y hacerse con el poder.
Ese fue el objetivo de tropas del régimen racista de Sudáfrica, junto a fuerzas del ejército de Zaire, mercenarios europeos, con la complicidad de traidores de supuestas organizaciones anti colonialistas, que invadieron el país y avanzaron rápidamente desde el norte y el sur para derrotar al MPLA, ocupar Luanda y controlar los acontecimientos.
Esa alianza tuvo el apoyo decidido de Estados Unidos, su Agencia Central de Inteligencia, y aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, los cuales concibieron instalar un gobierno títere en la antigua colonia rica en recursos naturales en una especie de versión africana de república neocolonial como la que instauraron en Cuba en 1902, pero en esta ocasión desde la lejana isla caribeña fue la ayuda internacionalista que cambió la historia.
En esas difíciles condiciones Agostinho Neto y la dirección del MPLA solicitaron ayuda militar a Cuba y como respuesta el gobierno cubano puso en marcha la Misión Militar Internacionalista Operación Carlota en homenaje a la negra lucumí de ese nombre, quien en 1843 encabezó una sublevación de esclavos en el ingenio Triunvirato, de Matanzas, y fue descuartizada para escarmiento de sus seguidores.
Pero en ese momento solo se inició otra etapa de lucha de Angola por su verdadera emancipación, ya que el ejército sudafricano en los próximos 12 años no cesó de agredir y ocupar territorios de ese país, secundado por los traidores de siempre y las administraciones estadounidenses de la época y la OTAN.
El camino a la consolidación de la soberanía definitiva en la joven república solo se abrió con otra victoria conjunta pero esta vez irreversible, de combatientes del MPLA, patriotas de otros países africanos junto con tropas internacionalistas cubanas en la histórica victoria en la batalla de Cuito Cuannavale, en 1987, que rompería la espina dorsal de las tropas agresoras y conllevaría a la caída del régimen racista sudafricano poco tiempo después.
Fue un comentario de Jorge Wejebe en la voz de Carlos Estrada.
ACN RADIO
FECHA: 27 de noviembre de 2017
REDACTOR: Jorge Wejebe
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: La independencia de Angola o el fracaso de un intento neocolonial
En noviembre de 1975 Agostinho Neto, máximo dirigente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), recibió el poder del mando colonial de Portugal y declaró ante una gran concentración en Luanda, capital de la nación, la independencia de la antigua colonia tras dirigir desde 1961 la lucha armada contra las fuerzas colonialistas.
La jornada fue diferente al tradicional estilo de ceremonias con el que accedieron a la independencia otras colonias, y en el ambiente se percibía entre los presentes, -la mayoría guerrilleros del MPLA-, la tensión que antecede a la inminente batalla que librarían contra enemigos muy poderosos que se encontraban a menos de 25 kilómetros.
El nuevo gobierno lusitano negoció la independencia de sus colonias en África, especialmente en Angola donde no podían mantener su dominio ante el incremento de la guerra revolucionaria iniciada por el MPLA desde 1961, y pactó para noviembre la entrega del gobierno a esa organización, aunque las autoridades coloniales no demostraron mucho apego a los acuerdos y fuerzas reaccionarias intentaron frustrar el arreglo y hacerse con el poder.
Ese fue el objetivo de tropas del régimen racista de Sudáfrica, junto a fuerzas del ejército de Zaire, mercenarios europeos, con la complicidad de traidores de supuestas organizaciones anti colonialistas, que invadieron el país y avanzaron rápidamente desde el norte y el sur para derrotar al MPLA, ocupar Luanda y controlar los acontecimientos.
Esa alianza tuvo el apoyo decidido de Estados Unidos, su Agencia Central de Inteligencia, y aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, los cuales concibieron instalar un gobierno títere en la antigua colonia rica en recursos naturales en una especie de versión africana de república neocolonial como la que instauraron en Cuba en 1902, pero en esta ocasión desde la lejana isla caribeña fue la ayuda internacionalista que cambió la historia.
En esas difíciles condiciones Agostinho Neto y la dirección del MPLA solicitaron ayuda militar a Cuba y como respuesta el gobierno cubano puso en marcha la Misión Militar Internacionalista Operación Carlota en homenaje a la negra lucumí de ese nombre, quien en 1843 encabezó una sublevación de esclavos en el ingenio Triunvirato, de Matanzas, y fue descuartizada para escarmiento de sus seguidores.
Pero en ese momento solo se inició otra etapa de lucha de Angola por su verdadera emancipación, ya que el ejército sudafricano en los próximos 12 años no cesó de agredir y ocupar territorios de ese país, secundado por los traidores de siempre y las administraciones estadounidenses de la época y la OTAN.
El camino a la consolidación de la soberanía definitiva en la joven república solo se abrió con otra victoria conjunta pero esta vez irreversible, de combatientes del MPLA, patriotas de otros países africanos junto con tropas internacionalistas cubanas en la histórica victoria en la batalla de Cuito Cuannavale, en 1987, que rompería la espina dorsal de las tropas agresoras y conllevaría a la caída del régimen racista sudafricano poco tiempo después.
Fue un comentario de Jorge Wejebe en la voz de Carlos Estrada.
ACN RADIO
