Hace tiempo había alimentos en abundancia: había mucha carne, frijoles, maíz… frutas. En aquel entonces la raza humana se había olvidado de las costumbres, no tomaban en cuenta las ceremonias de la tierra, por eso el santo maíz de pura tristeza se escondió en un cerro, esto provocó mucha hambre…así empezó la escasez de maíz.

El hambre causó sufrimiento en muchas partes, entonces un hombre decidió ir a hablar con el gato de monte, pues él era muy astuto.

El hombre le pregunto al gato de monte: - Señor gato, ¿qué come usted? Pues maíz- dijo el gato.

El hombre no creía lo que había oído. -¿De veras, de veras?

Si

¿Y donde hay?

En el cerro

¿Me muestras?-

Mmm.. no.- Contestó el gato. Si te lo muestro vas a traer a toda tu gente y se lo van acabar todo.

-No seas así gato, deberías ayudarme, mi gente se está muriendo de hambre. Mira podemos hacer un buen trato, si me ayudas, mañana mismo te traigo una gallina, bien gordota y sabrosa. ¿Cómo lo miras?

-Trato hecho- dijo el gato.

Para cerciorarse del trato, el hombre le pidió a la pulga que acompañara al gato e investigara que tanto maíz había escondido.

Al día siguiente el hombre cumplió con llevarle una buena y sabrosa gallina al gato. Cuando el hombre llegó al cerro llamó al gato y le entregó lo prometido, fue así como la pulga con toda confianza se subió en el gato para hacer su viaje al interior del cerro.

El gato le sacó del cerro un buen tanto de mazorcas para el hombre. Así el hombre regresó con un morral lleno de mazorcas para su gente. Cuando la pulga regresó trajo la noticia de que en el cerro había mucho maíz blanco, amarillo, morado y rojo, pero para sacarlo tenían que romper las gigantescas rocas.

El hombre se puso a pensar y pensar: -Ijole, cómo voy a hacerle para sacar el maíz-, En eso se asomó un pájaro carpintero y el hombre le preguntó: -Hermano pájaro, dicen que adentro de ese gran cerro hay mucho maíz y nosotros no tenemos nada para comer. Como buenos hermanos, me gustaría que nos ayudáramos, si logramos sacar maíz de esa gran cueva, a vos también te tocaría tu parte-le dijo el hombre al pájaro.

Si es así te ayudo con mucho gusto- contestó el pájaro carpintero- El pájaro buscó y buscó la parte más delgada donde picar pero no pudo hacer nada. Entonces el pájaro carpintero le dijo al hombre: -Yo tengo un buen amigo que me ha librado en muchas situaciones difíciles, Es el Santo Rayo ¿Lo conoces?

-Sí, y ¿para cuándo será que el Santo Rayo nos pueda ayudar?

-Tenemos que esperar las lluvias. Mientras tanto tratemos de romper la piedra-dijo el pájaro.

Un buen día el cielo se nubló y el pájaro carpintero anunció que ese día llovería. Después habló con el rayo y le contó que el pueblo vecino estaba sufriendo hambre, le dijo que dentro del cerro estaba escondido el maíz.

– Señor rayo quiero que me hagas el favor de romperme esta gran peña- dijo el pájaro.

- Mira vos, el trabajo que me estás dando es un poco difícil-contestó el Rayo.

-Si vos hermano, de por sí sé que es difícil, pero te pido que tengas un poco de compasión por las mujeres y hombres porque no tienen naditita que comer, ni sembrar.

-Bueno, voy a ayudarles- dijo el Rayo. Entonces, se escuchó el rayo “paaan”. Al ratito otra vez, “paaan”, otro y otro, pero el cerro no se abría.

-Mira, pájaro carpinetro no voy a poder yo solo con este trabajo, voy a llamarle a mi hermano, a lo mejor juntos podemos-dijo el rayo.

En eso se prepararon varios hermanos rayos y todos juntos lanzaron su descarga “pan”. Unos de un punto y otros del otro punto del cerro, juntos lograron una abertura mayor. Así despeñaron el cerro y sacaron el maíz. Los antiguos del pueblo tuvieron la oportunidad de seleccionar variedades de maíces nativos muy buenas. De esta manera, nuestros antepasados trajeron a nuestras regiones las mejores semillas de maíz que poco a poco las manos de los campesinos han ido modificando.

Adaptación de la Leyenda contada por Antonio Cota García. Refugio del Campamento.

Cocalito I, Municipio Frontera Comalapa.

Cuentos que parecen historia, historias que parecen leyendas.

Ed. Praxis. Capacitación y Desarrollo Comunitario A.C. p 79