CIENCIA Y TECNOLOGÍA (ACN RADIO)
FECHA: 6 de noviembre 2018
TEMA: La mosca del vinagre arroja nuevas luces
REDACTOR: Alain Amador
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN.
LOC: Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, utilizaron el organismo modelo DROSOPHILA MELANOGASTER.
La también conocida como la mosca del vinagre, podría ayudar a dilucidar cómo los genes controlan los procesos celulares que determinan la forma de un órgano en desarrollo.
Los firmantes del trabajo, utilizaron el proceso de desarrollo de las articulaciones de la pata de la mosca para tratar de arrojar luz sobre la relación entre regulación genética y adquisición de la forma.
Ésta es una cuestión central, aunque poco comprendida, en el campo de la biología del desarrollo.
Para los autores, más allá de resolver la cuestión particular de cómo se forman las articulaciones de la pata de DROSOPHILA, la relevancia de su trabajo consiste en haber podido unir los procesos de regulación genética y morfogénesis en un contexto de desarrollo.
Sergio Córdoba, uno de los autores, explica el proceso:
VOZ HOMBRE ESPAÑOL: “Conseguimos trazar la formación de las articulaciones desde la subdivisión genética de la pata hasta los comportamientos celulares que esculpen la forma del epitelio, e identificar al gen DYSFUSION como un elemento fundamental para unir estos dos procesos”.
Las instrucciones que dirigen la formación de los organismos se encuentran codificadas en el genoma.
Por tanto, para la adquisición de la forma, el tamaño y la función del organismo, esta información genética debe ser traducida en comportamientos celulares como proliferación, diferenciación y movimientos celulares y de tejidos.
Durante la morfogénesis, la información genética actúa como las instrucciones que indican la forma que debe tomar el epitelio, a través del control de los distintos procesos celulares.
El trabajo utilizó la formación de las articulaciones de la pata de la mosca como modelo debido a que existe un amplio conocimiento sobre la formación de patrón en la pata.
En otras palabras, se conocen con un alto nivel de detalle los genes implicados en dar identidad a los diferentes segmentos de la pata y cómo se regula su expresión.
¿Será éste el primer paso para la “construcción” de órganos en otras especies, incluido el género humano?
De ser así, el citado gen podría dar las instrucciones necesarias a las células epiteliales para que originen por ejemplo, una articulación nueva, o un miembro completo.
Novedades de la ciencia y la tecnología por medio de Alain Amador, Yosdani Muñoz y Yasney Crespo.
ACN RADIO
Audio disponible en esta dirección: https://radioteca.net/userprofile/ain_cuba/
FECHA: 6 de noviembre 2018
TEMA: La mosca del vinagre arroja nuevas luces
REDACTOR: Alain Amador
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN.
LOC: Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, utilizaron el organismo modelo DROSOPHILA MELANOGASTER.
La también conocida como la mosca del vinagre, podría ayudar a dilucidar cómo los genes controlan los procesos celulares que determinan la forma de un órgano en desarrollo.
Los firmantes del trabajo, utilizaron el proceso de desarrollo de las articulaciones de la pata de la mosca para tratar de arrojar luz sobre la relación entre regulación genética y adquisición de la forma.
Ésta es una cuestión central, aunque poco comprendida, en el campo de la biología del desarrollo.
Para los autores, más allá de resolver la cuestión particular de cómo se forman las articulaciones de la pata de DROSOPHILA, la relevancia de su trabajo consiste en haber podido unir los procesos de regulación genética y morfogénesis en un contexto de desarrollo.
Sergio Córdoba, uno de los autores, explica el proceso:
VOZ HOMBRE ESPAÑOL: “Conseguimos trazar la formación de las articulaciones desde la subdivisión genética de la pata hasta los comportamientos celulares que esculpen la forma del epitelio, e identificar al gen DYSFUSION como un elemento fundamental para unir estos dos procesos”.
Las instrucciones que dirigen la formación de los organismos se encuentran codificadas en el genoma.
Por tanto, para la adquisición de la forma, el tamaño y la función del organismo, esta información genética debe ser traducida en comportamientos celulares como proliferación, diferenciación y movimientos celulares y de tejidos.
Durante la morfogénesis, la información genética actúa como las instrucciones que indican la forma que debe tomar el epitelio, a través del control de los distintos procesos celulares.
El trabajo utilizó la formación de las articulaciones de la pata de la mosca como modelo debido a que existe un amplio conocimiento sobre la formación de patrón en la pata.
En otras palabras, se conocen con un alto nivel de detalle los genes implicados en dar identidad a los diferentes segmentos de la pata y cómo se regula su expresión.
¿Será éste el primer paso para la “construcción” de órganos en otras especies, incluido el género humano?
De ser así, el citado gen podría dar las instrucciones necesarias a las células epiteliales para que originen por ejemplo, una articulación nueva, o un miembro completo.
Novedades de la ciencia y la tecnología por medio de Alain Amador, Yosdani Muñoz y Yasney Crespo.
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