Una gran creación musical es equiparable a un sistema filosófico o a una teoría científica, tiene los mismos objetivos de coherencia interna y rigor intelectual, unidad orgánica e importancia significativa. Las grandes creaciones como la misa en si menor de Bach o la sinfonía Heroica de Beethoven, son consideradas como las más altas expresiones del genio humano. M. Bunge opina que las grandes teorías científicas son de mayor mérito que las creaciones artísticas. Esto es verdad si las consideramos en su valor de hacer intelectual con fines prácticos inmediatos y consecuencias más o menos mensurables. Lo que Bunge no dice, es que las realizaciones artísticas tienen consecuencias más difusas y amplias, pues pueden llegar a casi todo el mundo, con un lenguaje más accesible y con contenidos afectivos que las hacen amables, placenteras e incorporables, cosas que no pueden lograr los sistemas filosóficos o científicos, desarrollos intelectuales vedados al gran público.
Lista de temas e intérpretes:
El bodeguero, por el Dúo Confluencia de Cuba.
Con el alma y con la vida, Parasula y Atahualpa, por Cristóbal Pasmiño de Ecuador.
Calypso, por el Dúo Zumbado-Ramirez de Costa Rica.
Armeiva, Grotesque y Aidiz, por Amhed Kanezi de Turquía.
Villa Alondra, por Felipe Sosa de Paraguay.
Contramarea, por Quique Sinesi de Argentina.
La tristecita, por Juan Falú.
Le gondoliere, por Raphaella Smtih de Bélgica.
Danza ritual del fuego y El baile de Luis Alonso, por el Trío Gótico, formación hispano-argentina.