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LA PALABRA 3
Descripción:

No era la noche sino la palabra que inventa el día...

Libreto:
AUTOR: PORFIRIO MAMANI MACEDO.

No era la noche sino la luz

No el pasado sino el camino que faltaba recorrer

Eran sus manos agarrándose de una rama

Eran voces que rodaban de sus labios

Era su larga cabellera que jalaba el viento.

No era la noche sino sus ojos en la noche como luces

No era una estrella sino una ventana abierta:

era su voz que llamaba en el centro de un bosque y también

el ruido de sus pasos que sobre la arena iba dando.

Yo la esperaba cada tarde

al pie de este roble que sombrea mi cansado cuerpo.

No era la duda sino su voz que cortaba el viento,

su voz que refrescaba todo mi cuerpo en el desierto.

Pero hoy que quiero verla no la veo

y así, hacia una sombra que se mueve en el camino yo me acerco.

Hundo mis pasos en el polvo que ha soplado el viento,

jalo mi cuerpo como se jala una roca del camino.

No era la noche sino la palabra que inventa el día

para que todo fuera diferente en el huerto prohibido,

para que los niños no miraran en sus manos

el hambre, la sed que corría como un río por los cuerpos de los desgraciados.

Era otra sombra que ya nadie quería recordar,

el rostro que ya nadie quería recordar.

No era la noche sino el viento que bajaba o subía al cielo.

Era ella, la palabra, la voz que creo todo el universo

y todas las cosas que en el universo existen.

Era la piedra que en la piedra se formaba.

Eran los mares que impacientes me esperaban.

Eran las flores que miraban nuestros ojos en los prados.

Eran los manantiales que nacían del vientre de la tierra.

No era la noche sino un camino abierto que todos esperaban.

No era el fuego sino la fuente del reposo

allí, donde encontraran los desgraciados

agua para lavar sus miserables rostros

que vivieron como huyendo de la vida de los afortunados,

pues nada les dejaron sino olvido, indiferencia y desprecio.

Era la palabra que todo lo guarda y todo lo recuerda.


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