Cada uno de aquellos que vuelca el primer chorro de vino o de chicha sobre la tierra en respeto a la Pachamama, o arroja una ofrenda al mar en honor a Yemanja, tiene una dimensión inconmensurable.
Esos hombres y mujeres, con su cuerpo hecho de huesos y carne, con su alma y con su espíritu,
tienen la dimensión del universo.
Ricardo Veiga