FECHA: 16-03-20
REDACTOR: Orlando Ruiz Ruiz
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Las fortalezas de Cuba ante el azote de la nueva pandemia
Ante el avance del peligroso coronavirus, numerosas naciones han tomado medidas extremas, entre ellas el cierre de fronteras, la paralización de escuelas e instituciones laborales y culturales, la regulación de viajes de sus ciudadanos al exterior e incluso dentro del propio territorio nacional, y aún con todo ello, como en el caso de Italia, no han podido evitar la entrada y rápida expansión del virus.
Cuba, sin cerrar el acceso a viajeros que proceden del exterior ni paralizar el desenvolvimiento de la vida nacional, y a pesar de los severos daños a su economía provocados por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, ha implementado un plan de prevención y enfrentamiento que se refuerza luego del reporte de los primeros casos en las ciudades de Trinidad y Santa Clara, en el centro Del archipiélago.
El fortalecimiento del control en frontera, la vigilancia epidemiológica activa, la capacitación del personal, la actualización de protocolos y sobre todo la continua información a la población, son características de este compendio de medidas que se reconoce está en constante perfeccionamiento como resultado del monitoreo mundial y las experiencias de cada territorio.
Una reciente encuesta de la ACN comprobó que la población confía en las potencialidades del sistema de salud cubano para combatir una pandemia de alta transmisibilidad, en la que es muy importante el aislamiento oportuno de los enfermos y la responsabilidad personal.
¿Cuáles son las razones?
En primer lugar la resuelta voluntad política del Estado; la responsabilidad en el accionar de la prevención, el amplio y permanente proceso informativo a través de todos los medios disponibles -y directamente por las principales autoridades- y la sólida y eficaz estructura del sistema de salud cubano, universal y gratuito.
La escuela cubana de medicina cuenta con un reconocido prestigio internacional, fundamentado en la calidad de los profesores, el alto nivel científico, el permanente intercambio con las prácticas más avanzadas a nivel internacional y un constante perfeccionamiento.
Lo anterior proporciona seguridad y confianza al momento de prevenir, diagnosticar y enfrentar letales enfermedades, como lo ha probado el enfrentamiento al cólera en Haití, el ébola en África Occidental y el dengue (entre otras dolencias) en América Latina y dentro del propio país.
Durante el brote de cólera en Haití, Nyka Alexander, portavoz de la Organización Mundial de la Salud en esa nación, dijo que la brigada cubana fue la más disponible para el servicio, y estaba bien entrenada y surtida.
“Los médicos cubanos están demostrando ser más útiles que los ciudadanos de cualquier otro país, en lo que al brote de cólera en este país se refiere. Cuba, sin hacer publicidad, ha hecho más que nadie para ayudar a su vecino y ha cooperado con las Naciones Unidas en el envío de su personal médico a las zonas más difíciles de ese país”, dijo en aquella oportunidad el funcionario.
Nuestros médicos no están formados en la escuela del sálvese quien pueda, como sucede en los países capitalistas, y el Gobierno cubano destina más de un 25 por ciento del presupuesto nacional a gastos de salud y seguridad social.
Con la detección de los primeros casos, y sin llegar a la histeria, hay una lógica preocupación popular por la posible diseminación del virus. No es raro ver personas con nasobucos en la vía pública, entidades que han colocado recipientes con soluciones alcohólicas o cloradas para el lavado de las manos y murales llenos de consejos para prevenir.
Sin embargo, esta batalla se gana ante todo con la responsabilidad personal y el cumplimiento de las medidas de autocuidado, entre las que se incluye acudir al médico ante cualquier síntoma de sospecha.
Fue un comentario de Orlando Ruiz Ruiz, en la voz de… y la realización de… ACN RADIO
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