CAPITÁN ¡Póngase esto, soldado!
SOLDADO ¿Que me ponga qué?
CAPITÁN ¡Mejor morir calientito que con las patas al aire!
LOCUTOR En el siglo primero, los romanos inventaron unas calcetas para los pies hechas con pelo de cabra para protegerse del frío en las batallas.
EFECTO BATALLA ANTIGUA
LOCUTORA Los sastres de Roma se animaron con esta nueva prenda de estir masculina y la subieron hasta la rodilla.
HOMBRE (RISAS) Mira a aquel ¡funda larga y lo demás corto!
LOCUTOR Pero pronto, quienes se ponían medias fueron considerados afeminados y las medias cayeron en desuso.
CONTROL MÚSICA ANTIGUA
LOCUTORA Pasaron los años. En el siglo 4, la Iglesia Católica adoptó unos calcetines de lino blanco como parte de la indumentaria litúrgica de los sacerdotes.
SACERDOTE (AFEMINADO) ¡Digan lo que digan pero se ven muy elegantes!
LOCUTOR Con este aval, comenzó la gran época de las medias. Una moda sólo para hombres.
CONTROL MÚSICA MEDIEVAL
LOCUTORA La popularidad de las medias aumentó durante la Edad Media. Parecidas a las modernas mallas, mostraban con detalle el contorno masculino
SACERDOTE ¡Una provocación!... Mirad cómo se les notan las nalgas y el bulto de la entrepierna!
LOCUTORA La misma Iglesia que las había introducido, condenó a las medias como lujuriosas.
LOCUTOR Pero ya no había marcha atrás. Un grupo de venecianos formaron la
VENECIANO ¡La Fraternidad de las Medias!
LOCUTORA Estos muchachos lucían chaquetas cortas, sombreros con plumas y medias ajustadísimas, cada pierna de diferente color.
MUJER ¡Hummm . qué bueno estás, papichulo!
LOCUTOR Su escandalosa manera de vestir fue copiada por miles de jóvenes en toda Italia.
CONTROL GOLPE MUSICAL
LOCUTORA Mientras tanto, las mujeres seguíamos obligadas a usar faldones que ocultaban hasta los zapatos.
CONTROL GOLPE MUSICAL
LOCUTOR Las medias seguían siendo una prenda masculina, hasta que en el siglo 16 la corona británica hizo un extraño obsequio a la Reina de España
INGLÉS Aceptad este regalo con el mejor de los protocolos.
EMBAJADOR ¿Y qué es, su excelencia?
INGLÉS Un delicado juego de medias de seda.
EMBAJADOR ¿Medias?
LOCUTORA El embajador español se irguió altivamente y proclamó:
EMBAJADOR ¡Llevaos esas medias! Y sabed, imprudente caballero, que la Reina de España no tiene piernas.
LOCUTORA Las mujeres no teníamos piernas. No podíamos mostrar ni el tobillo. Tuvimos que esperar hasta que la Reina Isabel de Inglaterra se entusiasmara con unas medias de color escarlata, para que la calcetería entrara en la moda femenina.
MUJER ¡Wonderful!
LOCUTOR Pero no fue sino hasta el siglo 20 cuando las medias de mujer alcanzaron su arrolladora popularidad.
GRINGO ¡Un hilo milagroso, flexible, resistente y sensual!
LOCUTORA En 1940, la empresa norteamericana DuPont anunció el nailon, un hilo de material sintético, que aventajaba a toda fibra textil conocida.
EFECTO BULLA MUJERES
LOCUTORA El nailon. El montaje publicitario fue perfecto. Las mujeres hicieron cola durante horas frente a los almacenes de las grandes ciudades de Estados Unidos.
LOCUTOR Nunca antes un artículo de consumo había causado semejante alboroto nacional.
LOCUTORA Las medias de seda quedaron relegadas al olvido.
LOCUTOR Los hombres continuamos con nuestros modestos y casi invisibles calcetines.
LOCUTORA Y nosotras, que sí tenemos piernas, comenzamos a andar más grácil y cómodamente por las calles.
BIBLIOGRAFÍA
Charles Panati, Las cosas nuestras de cada día, Círculo de Lectores, Barcelona 1990.