MONITO Soy yo…
FRANCISCO Tú… ¿Quién eres tú?
MONITO Una de esas criaturas…
FRANCISCO ¿Quién eres? Pareces un niño...
MONITO No soy un niño, soy un mono…
FRANCISCO ¿Un mono? Déjame ver tus manos… Son como las de un niño pequeño. Ah… y te agarras de mi dedo como hacen las criaturas recién nacidas. Y tus orejas… ¡Son iguales a las mías! ¡Alabado seas, mi Dios, por esta criatura jamás vista por mis ojos, en ella me veo como en un espejo!
MONITO Ayúdame tú, señor, ayúdame…
FRANCISCO Pero, ¿qué te ocurre?
MONITO Mataron a mi mamá.
FRANCISCO ¿Y quién hizo esa fechoría?
MONITO Cazadores… Sonaron tiros… Mataron a mi mamá…
FRANCISCO ¿Por qué lo hicieron?
MONITO El jefe dice que por gusto… Tengo hambre…
FRANCISCO ¿Quién es tu jefe, quiénes son ustedes?
MONO Yo… ¡Yo te explicaré quiénes somos!
MONITO Él... él es el jefe.
FRANCISCO Bajaste tan ágilmente de esos árboles altísimos que no te sentí llegar.
MONO Esta criatura es demasiado pequeña para explicarte lo que pasó. Además, ahora es huérfano, y está muy triste.
FRANCISCO Te escucho, jefe, si es que tus hermanos me dejan escuchar...
MONO He sabido que tú también fuiste jefe de una familia de hombres vestidos con esos ropajes oscuros que llevas encima, ¿no es cierto? ¿No fuiste el jefe de ellos? Franciscanos les decían…
FRANCISCO Les decían y les dicen. Pero, ¿cómo sabes tú eso?
MONO Somos inteligentes. Los animales más inteligentes de la casa común somos los monos.
FRANCISCO Parientes nuestros entonces…
MONO Gracias, Francisco, somos familia. Y ahora te cuento. Somos monos aulladores, vivimos en comunidad, hacemos casa en los árboles, comemos frutas y semillas, no atacamos a nadie. Pero los humanos nos atacan. A la madre de esta criatura la mataron hace poco.
FRANCISCO ¿Y ustedes qué hicieron?
MONO No somos guerreros, somos gente de paz, como tú. Aullamos más fuerte, les tiramos ramas y palos y más palos a esos hombres que disparaban. Es así como nos defendemos. ¿Qué más podíamos hacer?...
FRANCISCO ¿Y ese ruido?
MONO Escucha... Todavía andan por ahí esos criminales... Corre, corre, Francisco... Con esa ropa que llevas te pueden confundir con uno de nosotros... ¡Vamos por este atajo!... ¡Llévate tú a este huérfano!
CAZADOR Tienes buena puntería, parcero... Ya le dimos a la mona grande... Pero apostamos a matar media docena... ¿Por dónde se han escapado esas bestias, eh?
FRANCISCO (MEDIA VOZ) Parece que ya se han ido... ¿Podremos salir?
MONO No te fíes, Francisco... Son astutos... Terminemos la conversación en esta cueva...
FRANCISCO Pero, dime, jefe, ¿por qué los matan? ¿Por esa codicia de la que me han hablado en estos días?
MONO Algunos lo hacen por el cochino dinero. Otros por puro gusto, como te dijo esta criatura. Por diversión. También separan a las familias y nos venden a los turistas. A los circos. A los zoológicos. Para experimentos. Es triste, hermano Francisco, pero no es lo más grave…
FRANCISCO ¿Qué puede ser más grave que divertirse matando?
MONO Lo más grave para nuestra vida es que los humanos están talando árboles y acabando con los bosques, arrasando selvas para abrir carreteras. No nos respetan, se creen los dueños del mundo.
FRANCISCO Ya lo dice el Papa Francisco en esa carta que ha escrito. No somos dueños y señores, somos administradores de la casa común. Guardianes.
MONO Pues pésimos guardianes han salido. Hemos sabido que los monos araña, los capuchinos, algunos titís, los aulladores colorados, se están quedando sin árboles donde vivir. Y no te cuento de las desgracias de nuestros hermanos del África.
FRANCISCO Ah, ¿también hay monos allí?
MONO Sí, gorilas, orangutanes… y los chimpancés, que son el mero retrato de ustedes. ¡Ésos sí son tus parientes, Francisco!
CIENTÍFICA Si perdemos a los grandes simios será porque perdimos los bosques donde ellos viven. Y esto hará más grave el cambio climático. En los últimos 50 años, la población de chimpancés en el mundo pasó de 2 millones a 200 mil. En 50 años más la Tierra podría ser un planeta sin chimpancés, sin gorilas, sin bonobos... No me gustaría nacer en un mundo donde nunca conoceré a mis primos hermanos.
FRANCISCO Cuando Caín mató a Abel, Dios le reclamó: ¿Qué hiciste con tu hermano? También Dios nos pedirá cuenta de lo que hicimos con ustedes.
MONO Con nosotros y con tantos animales a los que les destruyen su hogar...
MONITO Mataron a mi mamá…
FRANCISCO Ven conmigo, pequeño… Ah, pícaro, ¡me estás orinando!
MONO No es picardía, Francisco, es cariño. Este pequeño está marcando con su orín ese ropaje oscuro que llevas. Cuando vuelvas por esta selva en ese aroma él te reconocerá como su amigo, sabrá quién eres...
FRANCISCO ¡Alabado seas, mi Dios, por este pequeño hermano mío y por todos los hermanos monos, creados por ti a nuestra imagen y semejanza!
MONITO ¡Amén!
El Papa Francisco dice en su encíclica Laudato Si, Alabado Seas:
El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse en la relación con las demás personas… Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con alguna acción humana. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho. (Laudato Si 92, 33)
Y dijo el Papa Francisco en el Encuentro con los Movimientos Populares en Bolivia:
La crisis ecológica, junto con la destrucción de buena parte de la biodiversidad, puede poner en peligro la existencia misma de la especie humana.
PREGUNTAS PARA EL DEBATE
1- ¿Qué especies animales están en peligro de extinción en tu país?
2- ¿Los animales son inteligentes? ¿Sienten, tienen memoria, se comunican? ¿Tienen derechos?
3- ¿La evolución es una ley o una teoría? En su encíclica, ¿el Papa Francisco habla de la evolución?