VACA Habla conmigo…
FRANCISCO Ah, hermana vaca… No te había visto… Pareces un saco de huesos...
VACA Ando en las últimas, Francisco. Si hubieras venido mañana ya no me encuentras. Voy a morir.
FRANCISCO Creo que debe haber una equivocación, me habían dicho que aquí en Nicaragua la tierra es bendita…
VACA Por estos lados no lo es.
FRANCISCO ¿Dónde estoy entonces?
VACA Estás en el corredor seco. Son leguas y leguas y más leguas… Es una aridez que arranca de Guatemala y baja por Honduras, El Salvador, pasa por aquí y toca hasta el Guanacaste en el norte de Costa Rica… Es una sequedad que atraviesa toda Centroamérica.
FRANCISCO ¿Y no llueve nunca?
VACA Pocas veces. Ahora llevamos años sin ver agua. Dicen que es por el cambio climático, esa desdicha que lo ha revuelto todo.
FRANCISCO Todos me vienen hablando de lo mismo...
VACA ¿Y de qué vamos a hablar, pues? Hace ya dos años que el maíz no nació, que los frijoles se perdieron. Miles, millones de gente sin tortilla que comer, y no sé cuántas de nosotras sin un poquito de pasto que echarnos a la panza. Este es el corredor del hambre, de la desnutrición…
FRANCISCO Pues vine aquí buscando a la hermana Lluvia. Tiempo perdido.
VACA Si quieres lluvia, vete rumbo a nuestra Costa Caribe, ahí debe estar ella.
FRANCISCO ¿Y por dónde queda eso?
VACA Por allá, por allaaaá, hacia el oriente...
FRANCISCO Adiós, hermana Vaca. ¿Qué puedo hacer por ti? Que la tierra te sea leve.
VACA Hummm....
FRANCISCO ¡Al fin! Alabado seas, mi Dios, por la hermana Lluvia, que nos refresca y hace fructificar las semillas… Aquí me siento mejor... ¡Te saludo, hermana Lluvia, bendita seas!
LLUVIA ¿Bendita yo? Pues hay una gente que ahora mismo me está maldiciendo. Y tienen razón: acabo de destruir sus sembrados y sus ranchos y se han quedado sin nada…
FRANCISCO ¿Y por qué haces esa maldad si tú siempre fuiste buena?
LLUVIA No sé lo que me pasa, hermano Francisco… Mi vida ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ya no sé cuánto tiempo debo estar mojando la tierra, ya no sé cuándo debo escampar, ya no sé…
FRANCISCO A ver si nos entendemos. Yo vengo ahora de la otra punta de este país en donde hace años que ya no llegas, ese tal corredor seco. Allá te extrañan, hermana Lluvia.
LLUVIA Sí, esa zona es reseca, muy pobre. Yo quisiera llegar a todas partes y a tiempo. Yo he sido siempre muy puntual, Francisco.
FRANCISCO ¿De quién es la culpa, hermana Lluvia?
LLUVIA De un desgraciado enemigo que se llama dióxido de carbono. Ese gas sale de lo que queman las fábricas, de los motores de los autos... Tanta quemazón y tanta humazón han calentado el mundo, han causado esta enfermedad que me ha vuelto loca.
FRANCISCO ¿Cómo se llama esa enfermedad, hermana Lluvia?
LLUVIA Cambio climático, Francisco.
FRANCISCO Otra vez escucho ese nombre.
LLUVIA Y no pienses que sólo me enferma a mí, enferma a todas las criaturas de Dios. Y no sólo sucede aquí, en Nicaragua, en Centroamérica. Lo mismo pasa en Brasil, en Colombia, en toda la América del Sur y más allá. Ese cambio climático ya está haciendo de las suyas en el mundo mundial, Francisco.
CIENTÍFICO Los principales efectos del cambio climático son un exceso de lluvias o una escasez de lluvias. Hay sequías cada vez más prolongadas y diluvios y huracanes más potentes. Nueve de cada diez desastres causados por el calentamiento del clima son inundaciones, avalanchas de lodo, desborde de ríos, seguidos por sequías más y más intensas.
LLUVIA Mato si falto y mato si sobro. Y para colmo muchas veces mis gotas caen envenenadas.
FRANCISCO ¿También eso?
LLUVIA Sí, también. Las fábricas que funden metales echan azufre al aire, las calderas de calefacción, las maquinarias… ese azufre sube y se mezcla con las nubes. Y cuando cae un aguacero estoy sucia. Me llaman lluvia ácida, lluvia de azufre.
FRANCISCO El azufre es el olor del diablo…
LLUVIA ¿Qué hago, Francisco? He perdido el control. Estoy desesperada.
FRANCISCO Un mundo seco, un mundo de agua sucia, ¿eso es lo que tendrán en herencia las generaciones que vengan detrás?
LLUVIA ¡Ni quiera Dios!
FRANCISCO Lo que Dios quiere, hermana lluvia, es que cambiemos de rumbo.
Dice el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si, Alabado Seas:
Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático… el calentamiento tiene efectos sobre el ciclo del carbono. Crea un círculo vicioso que agrava aún más la situación, y que afectará la disponibilidad de recursos imprescindibles como el agua potable, la energía y la producción agrícola de las zonas más cálidas, y provocará la extinción de parte de la biodiversidad del planeta… se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable. (Laudato Si 23, 24, 26)
Y dijo el Papa Francisco en Naciones Unidas:
Ante todo, hay que afirmar que existe un verdadero “derecho del ambiente”. Primero, porque los seres humanos somos parte del ambiente. Cualquier daño al ambiente es un daño a la humanidad. Segundo, porque cada una de las creaturas tiene un valor en sí misma, de existencia, de vida, de belleza y de con las demás creaturas.
PREGUNTAS PARA EL DEBATE
1- ¿En tu país ya se sienten los efectos del cambio climático? ¿En qué se notas?
2- Algunos dicen que los cambios climáticos son normales. Que siempre han ocurrido en la Naturaleza. ¿Será verdad?
3- ¿Qué desastres recientes han causado sequías e inundaciones en tu región? ¿Qué soluciones han dado los gobiernos para evitar que se repitan?