Marwin Harris, Nuestra Especie, Alianza Editorial, Madrid 1995.
LOCUTOR Ocurrió entre los bosquimanos kung, en el áspero desierto sudafricano de Kalahari. El antropólogo Richard Lee decidió hacer un buen regalo a la tribu donde había estado viviendo mientras realizaba su investigación.
LOCUTORA Un buey de gran tamaño y buena carne sería, sin duda, el mejor obsequio para aquellos hombres y mujeres primitivos, que todavía en este siglo viven como los cazadores y recolectoras de hace 20 mil años.
LOCUTOR El joven antropólogo viajó varios días por las aldeas seleccionando al buey más grande y hermoso de la zona.
EFECTO MUGIDOS
LOCUTORA Al fin, encontró un ejemplar magnífico. Lo llevó a la tribu, lo amarró en el centro, y llamó, satisfecho, a todos los vecinos y vecinas.
RICHARD (TONO GRINGO) ¡Para ustedes, my friends, amigos y amigas kung!
LOCUTORA Entonces, los pequeños kung se acercaron para ver el animal.
EFECTO MUGIDOS
HOMBRE Te han engañado. Este animal no tiene ningún valor.
RICHARD ¿Cómo dicen eso? Es un buey perfecto.
MUJER Te equivocas, forastero. Es un animal dañado. No sirve.
RICHARD Oh no, my God Si me ha costado carísimo...
HOMBRE De todas maneras, vamos a comerlo. Pero tiene poca carne. Regresaremos con hambre a nuestras casas.
LOCUTORA Richard Lee no acababa de entender la situación. El animal parecía sano, gordo, capaz de saciar a la aldea entera. Y de hecho, cuando sacrificaron la res, la carne era abundante y sabrosa.
CONTROL MÚSICA AFRICANA
LOCUTOR Tiempo después, sus amigos bosquimanos kung le explicaron a Richard Lee la razón de su menosprecio por el buey.
HOMBRE Cuando alguien ofrece un gran regalo, también se cree grande. Se siente poderoso. Tal vez se imagina superior al resto de la aldea.
MUJER Entre los kung, rechazamos a los vanidosos.
RICHARD Pero yo no lo hice por vanidad, sino...
HOMBRE Pero es mejor curar la enfermedad del orgullo antes de que aparezca. Entre los kung no queremos gente orgullosa, porque el orgulloso se vuelve violento. Y el violento, mata.
MUJER Siempre que recibimos un gran regalo, decimos que no vale nada. Así, el corazón se mantiene humilde y pacífico.
LOCUTORA El antropólogo Lee había observado durante meses a aquel grupo de hombres y mujeres cuando regresaban a sus casas con los animales cazados, con frutas y plantas recolectadas.
HOMBRE Aquí comen por igual los de cerca y los de lejos, los que tuvieron suerte y los que no consiguieron nada. No nos gusta que uno engorde y otro esté flaco.
LOCUTOR Los hombres y las mujeres kung miraron con profundidad al antropólogo occidental.
MUJER Entre nosotros no hay tuyo ni mío. Si guardas las cosas para ti, pierdes lo mejor de la vida.
RICHARD ¿Y qué es lo mejor de la vida?
MUJER Dar y recibir. Eso es más sabroso que la carne de tu buey.