COMENTARIO
FECHA: 12 de marzo de 2018
REDACTOR: Tania Rendón Portelles
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Lo que el viento se llevó: manglares, protectores y víctimas.
Dicen los que conocieron bien de cerca la belleza de los manglares del Parque Nacional Caguanes, que aún hoy se pueden escuchar los lamentos de esa porción de tierra de la Reserva de la Biosfera Bahía de Buenavista por la pérdida de gran parte de su esplendor, anteriormente uno de los ecosistemas de mayor salud en Cuba.
Y es que el paso del huracán Irma por el norte de Sancti Spíritus destruyó específicamente la formación de mangle prieto, el más extenso del parque, y, por tanto, el que más soportó la furia del fenómeno meteorológico.
Hasta la fecha, los especialistas de ese refugio natural aseguran que en la bibliografía existente jamás han visto algo similar, pues la pérdida del mangle prieto ocurrió no solo en este predio, sino que prácticamente desapareció, también, en parte del archipiélago Sabana-Camagüey.
El rojo, como primera barrera vegetal de las costas, resistió muy bien los vientos huracanados de Irma; sin embargo, alrededor del 40 por ciento de los individuos adultos del prieto fue echado por tierra.
Quien haya recorrido estos cayos ubicados en el municipio de Yaguajay, conoce que su sistema de manglar, que abarca unas 3 MIL hectáreas en total, era la confirmación de décadas de cuidado y protección a favor del medio ambiente. En un santiamén, se derribaron años de manejo y preservación, por lo que se necesitan muchos más para llegar a la calidad y salud que poseían antes de lo que el viento se llevó.
De acuerdo con los expertos ambientales de Caguanes, un 60 por ciento quedó en pie, pero su afectación fue tan intensa que permaneció con una defoliación total y esta especie, que elimina la sal a través de sus hojas, no tuvo entonces posibilidades de excretarlas.
También, las raíces del mangle prieto son superficiales y los vientos huracanados muy fuertes, con mucha intensidad y por varias horas, hicieron que hubiera una remoción de esas raíces, lo que debilitó aún más estos árboles.
Otra de las consecuencias del fenómeno meteorológico es que provoca el torcimiento de los árboles y aunque no se ve a simple vista, los vasos capilares se parten y no hay circulación, lo que termina en la muerte de la planta, a pesar de que muchos la vean de pie.
Hasta el momento, la situación del mangle prieto en el parque es crítica y prácticamente éste se ha perdido; en tanto, su supervivencia se considera que sea por debajo del 10 por ciento. En cuanto a su recuperación, se afirma que es casi imposible, pues se habla de zonas pantanosas cuyo acceso resulta extremadamente difícil, además de ser muy extensas.
Sin embargo, hay que observar el comportamiento de la naturaleza, porque donde existe mucho mangle prieto puede existir una tendencia a que esos lugares se conviertan en saladares o lagunas; de ahí que solo el tiempo tendrá la última palabra.
Afortunadamente, existe un proceso de resiliencia, donde hay un grupo de árboles que quedaron en pie y hoy están retoñando; y aunque aún es prematuro, solo resta esperar a que éstos se recuperen. No obstante, los especialistas mantienen la esperanza de que la naturaleza es sabia, y a largo y muy largo plazos pueda recuperarse lo que una vez fue, y que estos bosques se erijan tan impotentes como antes: fuertes, únicos y bellos.
Fue un comentario de Tania Rendón Portelles en la voz de… y la realización de…ACN RADIO
FECHA: 12 de marzo de 2018
REDACTOR: Tania Rendón Portelles
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Lo que el viento se llevó: manglares, protectores y víctimas.
Dicen los que conocieron bien de cerca la belleza de los manglares del Parque Nacional Caguanes, que aún hoy se pueden escuchar los lamentos de esa porción de tierra de la Reserva de la Biosfera Bahía de Buenavista por la pérdida de gran parte de su esplendor, anteriormente uno de los ecosistemas de mayor salud en Cuba.
Y es que el paso del huracán Irma por el norte de Sancti Spíritus destruyó específicamente la formación de mangle prieto, el más extenso del parque, y, por tanto, el que más soportó la furia del fenómeno meteorológico.
Hasta la fecha, los especialistas de ese refugio natural aseguran que en la bibliografía existente jamás han visto algo similar, pues la pérdida del mangle prieto ocurrió no solo en este predio, sino que prácticamente desapareció, también, en parte del archipiélago Sabana-Camagüey.
El rojo, como primera barrera vegetal de las costas, resistió muy bien los vientos huracanados de Irma; sin embargo, alrededor del 40 por ciento de los individuos adultos del prieto fue echado por tierra.
Quien haya recorrido estos cayos ubicados en el municipio de Yaguajay, conoce que su sistema de manglar, que abarca unas 3 MIL hectáreas en total, era la confirmación de décadas de cuidado y protección a favor del medio ambiente. En un santiamén, se derribaron años de manejo y preservación, por lo que se necesitan muchos más para llegar a la calidad y salud que poseían antes de lo que el viento se llevó.
De acuerdo con los expertos ambientales de Caguanes, un 60 por ciento quedó en pie, pero su afectación fue tan intensa que permaneció con una defoliación total y esta especie, que elimina la sal a través de sus hojas, no tuvo entonces posibilidades de excretarlas.
También, las raíces del mangle prieto son superficiales y los vientos huracanados muy fuertes, con mucha intensidad y por varias horas, hicieron que hubiera una remoción de esas raíces, lo que debilitó aún más estos árboles.
Otra de las consecuencias del fenómeno meteorológico es que provoca el torcimiento de los árboles y aunque no se ve a simple vista, los vasos capilares se parten y no hay circulación, lo que termina en la muerte de la planta, a pesar de que muchos la vean de pie.
Hasta el momento, la situación del mangle prieto en el parque es crítica y prácticamente éste se ha perdido; en tanto, su supervivencia se considera que sea por debajo del 10 por ciento. En cuanto a su recuperación, se afirma que es casi imposible, pues se habla de zonas pantanosas cuyo acceso resulta extremadamente difícil, además de ser muy extensas.
Sin embargo, hay que observar el comportamiento de la naturaleza, porque donde existe mucho mangle prieto puede existir una tendencia a que esos lugares se conviertan en saladares o lagunas; de ahí que solo el tiempo tendrá la última palabra.
Afortunadamente, existe un proceso de resiliencia, donde hay un grupo de árboles que quedaron en pie y hoy están retoñando; y aunque aún es prematuro, solo resta esperar a que éstos se recuperen. No obstante, los especialistas mantienen la esperanza de que la naturaleza es sabia, y a largo y muy largo plazos pueda recuperarse lo que una vez fue, y que estos bosques se erijan tan impotentes como antes: fuertes, únicos y bellos.
Fue un comentario de Tania Rendón Portelles en la voz de… y la realización de…ACN RADIO
