Dios es Dios independientemente de las religiones o de los conceptos que de El tengan los seres humanos (o de Ella, porque Dios también tiene su feminidad).
Por lo tanto, Dios es Dios para todas y para todos.
Si una persona decide ser cristiana, dicha decisión implica una responsabilidad que genera un compromiso. Ser cristiano no es un privilegio ni debe verse así.
El compromiso de ser cristiano o cristiana es, en pocas palabras, estar al servicio de todo ser humano y de la naturaleza, sin distinción de credos, razas, condiciones políticas o económicas. Esa es la mejor manera de ser mensajeros de la Buena Noticia. Cuando se dice "estar al servicio de" se hace referencia a trabajar por la dignidad de las personas y de la Creación, no a hacer lo que la gente quiera meramente. Esto implica emplear la cabeza y el corazón (ser sentipensantes, como dice Eduardo Galeano).
El compromiso de ser cristiano o cristiana se vive con alegría y gusto. Si no se hace así, es mejor buscar otra opción.
Nadie está obligado a pensar lo que yo pienso ni a creer en lo que yo creo.
Creer en Dios o creerle a Dios no es garantía de que todo te saldrá bien en la vida. Además, son muchos los errores que se cometen en este camino.
Las bendiciones no se compran con ayunos, oraciones, promesas, peregrinaciones y tantas cosas que los seres humanos hemos inventado para "arrancarle" al Señor sus dones. Uno no "se porta bien" para que Dios lo bendiga. Uno hace lo correcto porque es necesario.
Dios es un Padre, una Madre sabia que conoce perfectamente qué necesitamos y da a cada quien lo que requiere.
Como Dios es así, ser agradecidos es nuestra respuesta a ese Amor. La mejor manera de manifestar el agradecimiento está en las obras que surgen de nosotros hacia los demás y no tanto en las alabanzas y los actos de adoración.
Todo esto no llegó a nosotros de una sola vez en el minuto uno del primer contacto. Esto es un camino, es un proceso, en el que Dios poco a poco se da a conocer y en el que se le va conociendo. Llegaremos a nuestro último día y aún faltará mucho más por conocer y experimentar de El-Ella. Y ese será un nuevo comienzo.