Doña Rosa Ñancu tiene 76 años y cuenta que desde que tenía uno vive en el lugar, cuenta cómo era la vida entonces, que su padre tenía animales y cultivaba la tierra, era una vida realmente feliz. Pero cuando llegó la dictadura todo cambió, le recortaron bastante su territorio y ya nada pudo ser igual. Ahora tiene al costado el Rincón Club de Campo, un country donde vive el “poder”, político y económico, que evidentemente están molestos con la presencia del Lof, que vive de manera natural con sus animales, sus viviendas y sus formas de vida tan diferentes de las de ellos. Por eso existe la orden de desalojo, que si bien no está firme, igualmente intentaron llevarlo adelante. Afortunadamente, los Ñancu se pusieron firmes y no se lo pudo concretar. Hablamos con ella, y también con el abogado Luis Virgilio Sánchez (Testimonio extraído de RTNinforma; 28/2/2020), quién afirma que la orden de desalojo no es correcta, que no está notificada con anterioridad, que la sentencia no está firme y que fundamentalmente se tiene que respetar la Ley 26.160, que frena los desalojos. Este es uno más de los intentos de desalojar a comunidades indígenas que se intenta llevar a cabo, pero afortunadamente lxs hermanxs están empoderados y no se dejan amedrentar fácilmente. Por eso es importante darlos a conocer.