LOCUTOR A continuación, nuestro habitual espacio “El consultorio sexual de la doctora Miralles”.
CONTROL CARACTERÍSTICA CONSULTORIO
DOCTORA Amigas, amigos, ¿cómo están, cómo los trata la vida? De mi parte, les cuento que me han llovido llamadas y mensajes y hasta visitas... Dicen que sólo he hablado de los hombres infieles, pero que las mujeres se las traen también... Que ya hablé de las cornudas y ahora tengo que hablar de los cornudos... Ay, ay, ay... Veo que esto parece un zoológico con tantos cuernos... Me recuerda aquel chiste de...
CONTROL MÚSICA PÍCARA
CONTADOR Dicen que había un señor que iba a lanzarse del décimo piso de un edificio. En eso, llega su mujer, que lo ve a punto de tirarse y le grita: ¡Oye estúpido, yo te puse cuernos, no alas. (RISAS)
CONTROL MÚSICA PÍCARA
DOCTORA Cornudos. Mujeres infieles que le sacan la vuelta a sus maridos, a sus novios, a sus compañeros. Y compañeros que...
EFECTO TELÉFONO
DOCTORA Aquí debe estar el primer... el primer compañero... ¿Aló?
HOMBRE 1 ¿Cómo está, doctora Miralles?
DOCTORA Yo, muy bien. ¿Y usted, amigo mío?
HOMBRE 1 Pues yo, muy mal.
DOCTORA ¿Y por qué está tan mal?
HOMBRE 1 Por lo mismo que usted está conversando. Porque mi mujer es una sinvergüenza, una infiel, una adulterina...
DOCTORA ¿Usted sospecha o le consta?
HOMBRE 1 Ninguna sospecha. La encontré con las manos en la masa. En la masa de mi mejor amigo, imagínese.
DOCTORA Qué barbaridad... ¿Y usted qué piensa hacer?
HOMBRE 1 Matarlos.
DOCTORA ¿Cómo que matarlos?
HOMBRE 1 A él primero, a ella después.
DOCTORA Y más después, usted irá a la cárcel, como el preso número nueve, el de la canción.
HOMBRE 1 No me importa, pero ya me saqué el clavo. (TARAREA) ¡Venganza, dulce venganza! (CUELGA)
DCOTORA Pero señor...
EFECTO TELÉFONO
DOCTORA Veamos quién... ¿Aló?
HOMBRE 2 Sí... ¿la doctora Miralles?
DOCTORA La misma. ¿Y usted?
HOMBRE 2 Yo soy otro capricornio, doctora. Estoy en la misma situación del anterior. Mi mujer me engaña.
DOCTORA ¿Y no serán celos suyos?... ¿Está seguro que ella lo engaña?
HOMBRE 2 Más seguro que el sol es redondo.
DOCTORA ¿Y usted qué piensa hacer?
HOMBRE 2 Yo, doctora, voy a aplicar la ley de la Biblia: ojo por ojo, diente por diente... y cuerno por cuerno.
DOCTORA ¿Qué significa eso?
HOMBRE 2 Ella me engaña, yo la engaño. Y así quedamos una a una.
DOCTORA Pero, amigo mío, eso no tiene sentido... Una pareja así no puede durar...
EFECTO TELÉFONO
DOCTORA Estos varones engañados se me han puesto radicales... Uno que la mata, otro que la empata... ¿Aló?
HOMBRE 3 Aló, doctora.
DOCTORA ¿Y a usted qué le pasa, también es de los que siente “cosquillitas” en la frente?
HOMBRE 3 Nada de eso, doctora. Si yo alguna vez me entero que mi mujer me engaña... se va a arrepentir de haber nacido. A mí no me pega cuernos ninguna mujer. Ninguna.
DOCTORA Me parece muy bien su indignación... Estaría pésimo que su mujer lo engañara... pero... ¿le puedo hacer una pregunta?
HOMBRE 3 Pregunte lo que quiera, doctora.
DOCTORA Aquí, en el entresijo de la confianza, ¿usted no la ha engañado alguna vez a ella?
HOMBRE 3 ¿Cómo dice?
DOCTORA Digo que... (CUELGA)... ¿Ven cómo es la cosa? Está muy mal cuando la mujer pone cuernos. Pero está igualmente mal cuando el hombre los pone. ¿O no? Lo que es bueno para el pato es bueno para la pata. ¿O no? La infidelidad está mal. Lo que se hace a escondidas, está mal. Pero lo mismo vale para ellas como para ellos. ¡Hasta la próxima, cor... corazones heridos!
Imagen cortesía de: http://hispanoteca.eu/
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