Los Hijos de los Días
Enero 10: Distancias
Tosiendo marchaba el coche.
Y a los tumbos, apilados dentro del coche, viajaban unos
músicos. Ellos iban a alegrar una reunión de campesinos,
pero ya llevaban un largo rato perdidos en los hirvientes
caminos de Santiago del Estero.
Los despistados no tenían a quién preguntar. Nadie había,
nadie quedaba, en aquellos desiertos que habían sido
bosques.
Y de pronto apareció, en una nube de polvo, una niña en
bicicleta.
—¿Cuánto falta?—preguntaron.
Y ella dijo:
—Falta menos.
Y en el polvo se fue.