Los Hijos de los Días
Enero 20: Sagrada serpiente
En 1585, en su tercer concilio, los obispos de México
prohibieron que se pintaran o esculpieran serpientes en los
muros de las iglesias, en los retablos y en los altares.
Para entonces, los extirpadores de la idolatría ya habían
advertido que esos instrumentos del Demonio no
provocaban repulsión ni espanto entre los indios.
Los paganos adoraban a las serpientes. Las serpientes
habían sido desprestigiadas, en la tradición bíblica, desde
aquel asunto de la tentación de Adán, pero América era un
cariñoso serpentario. El ondulante reptil anunciaba buenas
cosechas, rayo que llamaba a la lluvia, y en cada nube vivía
una serpiente de agua. Y era una serpiente emplumada el
dios Quetzalcóatl, que por los caminos del agua se había
ido.