Los Hijos de los Días
Febrero 26: Africa mía
A fines del siglo diecinueve, las potencias coloniales
europeas se reunieron, en Berlín, para repartirse el África.
Fue larga y dura la pelea por el botín colonial, las selvas,
los ríos, las montañas, los suelos, los subsuelos, hasta que
las nuevas fronteras fueron dibujadas y en el día de hoy de
1885 se firmó, en nombre de Dios Todopoderoso, el Acta
General.
Los amos europeos tuvieron el buen gusto de no mencionar
el oro, los diamantes, el marfil, el petróleo, el caucho, el
estaño, el cacao, el café ni el aceite de palma;
prohibieron que la esclavitud fuera llamada por su nombre;
llamaron sociedades filantrópicas a las empresas que
proporcionaban carne humana al mercado mundial;
advirtieron que actuaban movidos por el deseo de favorecer
el desarrollo del comercio y de la Civilización
y, por si hubiera alguna duda, aclararon que actuaban
preocupados por aumentar el bienestar moral y material de
las poblaciones indígenas.
Así Europa inventó el nuevo mapa del África.Ningún africano estuvo, ni de adorno, en esa reunión
cumbre.