Los Hijos de los Días
Febrero 8: La besación general
En 1980, estalló en la ciudad brasileña de Sorocaba una
insólita manifestación popular.
En plena dictadura militar, una orden judicial había
prohibido los besos que atentaban contra la moral pública.
La sentencia del juez Manuel Moralles, que castigaba esos
besos con cárcel, los describía así:
Besos hay que son libidinosos y, por lo tanto, obscenos, como el
beso en el cuello, en las partes pudendas, etc., y como el beso
cinematográfico, en el que las mucosas labiales se unen en una
insofismable expansión de sensualidad.
La ciudad respondió convirtiéndose en un gran besódromo.
Nunca nadie se besó tanto. La prohibición multiplicó las
ganas, y muchos hubo que por pura curiosidad quisieron
conocer el gustito del beso insofismable.