FECHA: 21 de marzo de 2018
REDACTOR: Elizabeth Reyes Tasé
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Luisito y su regalo para el amigo sincero que no conoció.
El pequeño cubano Luis Emmanuel Corría Boza, residente en la ciudad de Bayamo, es un ser humano diferente y especial. Nació con un trastorno genético como consecuencia del cual padece el síndrome de Down.
Pero eso no le impide, a sus 6 años, estar en una escuela y prepararse para la vida, como todos los infantes del país, porque en Cuba la Revolución creó instituciones y programas educativos específicos para los niños como él, algo meritorio y digno de destacar este 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down.
A Luisito, como lo llaman su maestra y amiguitos, le gusta la poesía y tiene la voz dulce, pero habla muy bajito, y por eso se requiere de gran concentración para escucharlo recitar “Cultivo una rosa blanca”, una de las composiciones más hermosas del Héroe Nacional José Martí, incluida en su libro “Versos sencillos”.
Para algunos pudiera ser casualidad y hasta un capricho, pero mientras Luisito va recitando muy quedito cada verso, en la mente de esta reportera se hace más nítida la figura de un hombre, que él no conoció, pero cuya gran obra está presente en cada espacio del aula.
De repente, el pensamiento se hace realidad en las palabras de la pedagoga Yoandra Pérez Mendoza, directora de la bayamesa escuela especial Graciela Bustillos, en la oriental provincia de Granma, donde Luis Emmanuel cursa el primer nivel de desarrollo.
Gracias al Comandante en Jefe Fidel Castro que fundó estas instituciones educativas, donde todos los infantes con discapacidades intelectuales se miran por igual y tienen los mismos derechos, exclamó Yoandra, entrevistada por la Agencia Cubana de Noticias.
Con una forma de conversar que denota paciencia y mucho amor a su profesión, explica que el centro cuenta con una matrícula de 62 estudiantes, de los cuales 13 padecen el mencionado trastorno genético.
Sin establecer diferencias -dijo- un colectivo docente compuesto por 41 licenciados y másteres en educación especial, trabaja para lograr el mayor progreso posible en el aprendizaje de los educandos, pues también asumen la formación de niños con parálisis cerebral, síndromes de Asperger y West, autismo y otras patologías.
Los diálogos fluyen mientras Luisito y 2 de sus compañeritas no esconden la curiosidad y el entusiasmo por la cámara fotográfica, los audífonos, la grabadora de sonido, el celular y toda la parafernalia traída a su mundo por el fotorreportero y la periodista.
Escenas e historias como estas, comunes en cualquier escuela especial de Cuba, explican por qué, mientras la Organización de Nacionales Unidas continúa abogando por aumentar la conciencia mundial a favor de la dignidad, autonomía y contribución social de las personas con discapacidad intelectual, Luisito está protegido en la singular cotidianidad de su pequeña y colorida aula.
Creemos que con cada nueva habilidad adquirida, él ofrece el mayor homenaje a la gran obra educacional, social y revolucionaria de ese hombre gigante, Fidel, el amigo sincero que no llegó a conocer personalmente.
Fue un comentario de Elizabeth Reyes Tasé en la voz de… y la realización de…
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