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MADRE NO HAY MÁS QUE UNA
Descripción:

La mamá murciélaga aventaja a muchas madres.

Libreto:
CONTROL MÚSICA NEW AGE

EFECTO ALETEOS Y CHILLIDOS

LOCUTORA La naturaleza le ha impuesto un desafío muy superior al de otras madres.

EFECTO SUBEN A PRIMER PLANO LOS ALETEOS

LOCUTOR Cada año, las murciélagas rabudas abandonan a sus parejas y vuelan 1300 kilómetros desde México hacia el sur de Estados Unidos. Están gestando y buscan una cueva cálida para sus crías.

EFECTO BULLA ALETEOS

LOCUTORA Las cuevas están atestadas. La de Bracken, en Texas, alberga más de 20 millones de estos mamíferos voladores.

LOCUTOR En el interior, las mamás apiñan a sus recién nacidos, todavía rosados y sin pelo, en una increíble densidad de mil seiscientos bebés por metro cuadrado.

EFECTO CHILLIDOS

LOCUTORA Una madre regresa de cazar mariposas nocturnas. ¿Podrá encontrar a su hijo en medio de semejante tumulto, con millones de murcielaguitos chillando al mismo tiempo?

LOCUTOR Sí, cada madre tiene un tono y una frecuencia de sonido especial para identificar al suyo. Y éste le responde. Son como radares vivientes.

LOCUTORA Reconocido el hijo, la mamá murciélaga intenta acercarse a él.

LOCUTOR Para lograrlo, tiene que abrirse paso entre una masa infinita de pequeños cuerpecitos brillantes que se apelotonan intentando arrebatarle un sorbo de leche.

LOCUTORA Sus pezones están en las axilas, de manera que ella debe mantener las alas cerradas mientras patea y muerde a quienes la acosan.

LOCUTOR Cuando al final madre e hijo se encuentran, ella levanta el ala y su cría mete el hocico para mamar.

LOCUTORA Satisfecho el bebé y exhausta la madre, ésta emprende el vuelo, se cuelga de las patas y se toma un corto descanso. En breve, habrá que comenzar otra vez la búsqueda de su propio alimento y la lactancia.

LOCUTOR Madre no hay más que una, dirá feliz el murcielaguito.

CONTROL MÚSICA EVOCADORA

LOCUTORA Déjate sorprender por la naturaleza. Ella no te pertenece. Tú perteneces a ella.

BIBLIOGRAFÍA

David Attenborough, La vida a prueba, RBA, Barcelona 1990.

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