Radioteca ya no recibe más audios. Los audios existentes permanecerán en línea.

[Leer aviso]

Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.

Recomendamos Archive.org para guardar tus audios online.

Miércoles 10 de enero
Descripción:

Lecturas Diarias

Libreto:
Vayan y tomen posesión de la tierra que yo, el Señor, juré dar a los antepasados de ustedes, es decir, a Abraham, Isaac y Jacob, y a sus descendientes.

Deuteronomio 1,8

Dios mismo le pide al pueblo hebreo que vaya y tome posesión de la tierra prometida. Dios siempre cumple lo que promete. La Biblia toda, una y otra vez, insta al pueblo de Dios a mirar para atrás y ver cómo en el pasado Dios siempre cumplió con sus promesas.

La rememoración histórica de cómo Dios salva, bendice y protege, es sumamente importante a la vivencia de la fe. ¿Por qué? Porque, en medio de las dificultades del presente y del futuro mediato o inmediato, recordar cómo Dios hubo actuado en el pasado nos ayuda a seguir poniendo nuestra confianza en él. Un lindo ejemplo es leer cómo en los Salmos se recuerda y se alaba a Dios por la liberación de Egipto.

Y esta es la clave: si Dios nos hubo ayudado, salvado y protegido en el pasado, lo seguirá haciendo en el futuro. Esto es justamente lo que dice Pablo en Romanos 8,32: Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? Esto es lo que ciertamente rememoramos en la Santa Cena cuando escuchamos las palabras de Jesús: hagan esto en memoria de mí.

Y esta es mi propuesta de hoy: hagamos el ejercicio de recordar cómo Dios nos ha salvado y protegido en el pasado ¡y demos gracias por ello! Esto nos ayudará a encarar mejor nuestro presente y futuro.

Sergio A. Schmidt

Deuteronomio 1,1-18


[Leer licencia]
Este material se publica bajo los términos de la licencia:
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Usted es libre de:

Compartir — copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato.

Adaptar — remezclar, transformar y construir a partir del material.

Bajo los siguientes términos:

Atribución — Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios.

No Comercial — Usted no puede hacer uso del material con propósitos comerciales.

Compartir Igual — Si remezcla, transforma o crea a partir del material, debe distribuir su contribución bajo la la misma licencia.


 
ESTE CONTENIDO NO TIENE COMENTARIOS