Marta, la hermana del muerto, le dijo: —Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días que murió.
Jesús le contestó: — ¿No te dije que, si crees, verás la gloria de Dios?
Juan 11,39-40
Cuando creemos veremos la gloria de Dios (v. 38-44).
En Marcos 16,17 encontramos una declaración oportuna para nuestros días, y estas señales, seguirán a los que creen… Lamentablemente hoy hemos cambiado esta situación. Se predica y se insiste que busquemos primero el milagro para después creer. La Biblia enseña lo contrario. Creer que Dios tiene poder para hacer todo lo que quiere por su divino poder. Quiten la piedra (v. 39) fue la orden directa del Señor. Señor, hiede ya, porque es de cuatro días, objetó Marta. Ella señaló lo obvio. Jesús lo sabía también. Hermanos, Dios no siempre hace las cosas de forma lógica según nosotros.
En todo ello, Jesús busca en Marta, su hermana y en nosotros, que la fe vaya paso a paso. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios? Dos detalles relevantes: Jesús reta a María a dar el paso de fe. Ella debía realmente descansar en la autoridad del Señor. Y la fe en Jesús debe dar seguridad en nuestra vida. Hagamos a un lado nuestras quejas y descansemos en sus manos que son seguras y firmes.
Todos sabemos cómo terminó la historia. Un milagro que ni Marta, ni María, ni los asistentes habían visto. Ni tampoco se imaginaban cómo terminaría. Sin embargo, el Señor había afirmado anteriormente, esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Nada parecía tener sentido antes, pero ahora sí. Jesús sigue preguntándonos hoy día: ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios? ¿Crees esto? ¿Qué responderemos hoy día? ¿Cuál será tu respuesta? Si estás pasando algún momento de duda, busquemos en Jesús la fortaleza de nuestra fe y creamos que él es capaz. Bendiciones a todos.
Daniel Frankowski
Juan 11,32-45