Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.
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Documento de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo por las movilizaciones del miércoles 10 de mayo de 2017. #NingúnGenocidaLibre #Noal2x1 #NuncaMás La memoria adopta diferentes formas. La memoria, en la naturaleza, puede presentarse como huella, como traza, como marca. Esas huellas, esas trazas son a la vez repetición y diferencia, referencia constante al pasado y referencia también al presente. Nuestros montes, nuestro bosque nativo son ejemplo de la memoria que la naturaleza nos ofrece para que de ella aprendamos. Cada monte, con su biodiversidad nos abraza, nos habla, nos muestra su historia y nos ubica en su presente que es también nuestro presente. Por eso plantar árboles, así sean 30.000.000 como lo presenta el gobernador Juan Schiaretti en su propuesta de Ley industria Agroforestal, no reemplazará en lo más mínimo al bosque nativo perdido. Esos árboles no tendrán nada para decirnos, nada para enseñarnos, pues serán árboles desmemoriados, árboles de laboratorio sin historia, despojadas incluso sus semillas del pasado y de la historia de su especie. Por esto y por mucho más, defender los Bosque Nativos, defender las 4.000.000 de hectáreas que quedan del negocio desmontador es, no solo defender la vida, sino también defender nuestra memoria. En la sociedad, la memoria, también adopta formas diferentes. Puede ser concebida como reflejo fiel de un hecho pasado, o puede ser entendida como una construcción diferente de los hechos rememorados. Más allá de esto, la memoria en términos sociales es un ejercicio diario no solo necesario sino ineludible para reconocernos como seres presentes pero siempre inscriptos en una historia, individual y fundamentalmente social. En los tiempos que corren, la antinomia de olvidar no es necesariamente memoria sino justicia. Hoy, más que nunca, como luchadores de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo no solo exigimos memoria sino que fundamentalmente exigimos justicia. Justicia contra los desmontadores que nos privan de la historia y la memoria de nuestros bosques. Justicia contra los represores genocidas que desaparecieron y asesinaron a 30.000 compañeros y se apropiaron de 500 bebés privándolos de su identidad. Porque son 4.000.000 las hectáreas de bosque que defendemos. Porque son, y sin dudas lo son, 30.000 los desaparecidos asesinados por los genocidas. Porque son, y sin duda lo son, 500 los niños apropiados. Memoria, verdad y justicia. Ni olvido, ni perdón. Juicio y castigo. Ni un metro menos, ni un paso atrás. Cárcel común y efectiva a los #Ecocidas. Cárcel común y efectiva a los Genocidas.
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