Cuentos de enredos y travesuras, Coedición Latinoamericana, CERLALC y UNESCO, Venezuela, 1986.
EFECTO CAMPANAS
NARRADORA La madre de Pedrito tenía muchas bocas que alimentar. Por este motivo, lo llevó a la iglesia para que ayudara al padre Sebastián. El niño y el cura se hicieron amigos desde el principio.
PEDRITO ¡Padre Sebastián! Mire... mi mamá me trajo galletas de chocolate por mi cumpleaños... ¡Mmmm!... Pruebe, pruebe...
NARRADORA Después de convidar al cura, Pedrito guardó la lata de galletas en su cuarto. Pero el gusto del chocolate quedó en la boca del padre Sebastián. Y no pudo resistir la tentación .
CURA (BOCA LLENA) ¡Me encomiendo a san Ramón, el santo glotón!... ¡Y a santa Micaela, la santa de la muela!... ¡Glorioso san Benito, que no me descubra Pedrito!... Mmmm... Estas galletas son deliciosas
CONTROL MÚSICA MISTERIO
EFECTO GRILLOS
NARRADORA Por la noche, cuando Pedrito abrió la lata de galletas, vio que estaba vacía.
PEDRITO ¡Púcha!... ¿quién habrá sido?... ¡El padre Sebastián!... Sólo él sabía dónde la tenía escondida. ¡Tiene que ser él!... Pero, ¿y si no fue él?... ¿Si estoy pensando mal?
CONTROL MÚSICA AMANECER
EFECTO GALLOS
NARRADORA Al día siguiente, Pedrito tuvo miedo por sus malos pensamientos y decidió ir a confesarse...
PEDRITO (TEMEROSO) Padre Sebastián, confieso que he tenido un mal pensamiento...
CURA Vamos a ver, ¿de qué se trata, muchacho?
PEDRITO Padre, he pensado que... que usted se ha robado mis galletas de chocolate.
CURA Ejem... ¿Cómo dices, que no escuché bien?
PEDRITO Que usted se ha robado mis galletas de chocolate.
CURA Ejem... Realmente, no se oye... No puedo oír nada. Pero, en penitencia, Pedrito, reza un Padre Nuestro y quedas perdonado.
CONTROL MÚSICA PÍCARA
PEDRITO (MEDIA VOZ) Aprovecharé que el padre Sebastián ha ido al pueblo a dar misa... Por aquí... sí, por aquí he visto que él guarda la botella de vino... Mmmm...
EFECTO DESTAPA BOTELLA
NARRADORA Todo sucedió a las mil maravillas. El cura no se dio cuenta que el vino había bajado de nivel. Así que Pedrito, ni corto ni perezoso, volvió a echarse su trago de vino de misa al otro día, y al día siguiente
PEDRITO GLU GLU ¡Buen vino el del padrecito!... ¡Hip!
EFECTO CAMPANAS
NARRADORA El sábado tocaba confesión. Pedrito, con los ojos bajos, se acercó al confesionario del padre Sebastián. Apenas una rejilla separaba al cura del muchacho.
CURA Pedrito... ¿no habrás visto tú quién está entrando en la sacristía a tomarse el vino de misa?
PEDRITO ¿Eh?
CURA Digo que si no sabes quién entró a tomarse el vino de misa...
PEDRITO No se oye, padrecito... ¡Realmente, no se oye!
NARRADORA Al cura no le quedó más que sonreír y despachar a Pedrito. Cuando volvieron a encontrarse el cura y el muchacho en la iglesia, había una mirada pícara en los ojos de ambos.