El día 28 de febrero de 2013 salió a bailar y luego con unos amigos, casi como si se tratara de un juego se llevaron un taxi.
Los policías Has y Quinteros los persiguieron y dispararon a matar. No hubo intercambio de disparos aunque la Policía quiso demostrar lo contrario plantando dos armas a los jóvenes.
Hace ya 9 meses que en un fallo judicial demostró que las armas fueron plantadas, que no hubo intercambio alguno de disparos y que Nicolás murió de un disparo que ingresó en su espalda, cuando estaba dentro del vehículo. Sin embargo la fiscalía no escatimó recursos e intentó demostrar lo contrario de lo que las pruebas dejaban en claro: Nico fue víctima de gatillo fácil de la maldita policía.
Fuente RedEco Alternativo