Narrador María Magdalena no pudo dormir en toda la noche. Estaba conmocionada por la muerte de Jesús, pero a la vez, sentía como un fuego dentro, que no tenía sabor a muerte, sino a vida. El domingo muy tempranito, apenas el sol empezaba a aparecer, se levantó de prisa y salió corriendo al cementerio.
CONTROL PUERTA QUE SE CIERRA.
Pedro ¿A dónde vas, María? Acostate que todavía es muy temprano.
Narrador Pero María ni escuchó la voz de Pedro. Ya iba corriendo por la veredita que acorta el camino. Al llegar, vio que la puerta del cementerio estaba abierta y la lápida que cerraba el sepulcro de Jesús estaba removida.
Magdalena ¡Dios mío! ¿Qué es esto? ¿Quién abrió la tumba de Jesús?
Narrador Al ver el sepulcro vacío, regresó corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo a quien Jesús amaba y les dijo:
Magdalena ¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!
Pedro ¿Qué te pasa, María, te has vuelto loca?
Magdalena ¡Es cierto. Se han robado el cuerpo del Maestro!
Pedro Sólo eso nos faltaba. La cosa se puso más peligrosa para nosotros.
Juan ¿Por qué, Pedro?
Pedro Porque nos van a acusar de haber robado el cuerpo de Jesús.
Juan ¿Y para qué lo íbamos a robar nosotros?
Pedro Pues para para yo no sé para qué, pero nos van a acusar.
Magdalena Déjense de palabrerías y vengan a ver.
Pedro Yo no me muevo de aquí. Es peligroso salir.
Juan María tiene razón. Debemos ir a ver.
Pedro No, no y no. (PENSATIVO) Ya sé lo que pasó.
Juan y Ma ¿¿Qué??
Pedro Ellos se llevaron el cuerpo de Jesús
Juan ¿Ellos?
Magdalena ¿Quiénes ellos?
Pedro Los que lo mataron.
Magdalena ¿Y para qué se lo iban a llevar?
Pedro Para desaparecer el cuerpo del delito. ¿No entienden? Si no hay cuerpo, no hay delito. Así como los expedientes de las masacres. Quienes las cometieron, los desaparecieron para que no haya pruebas.
Juan Pero eso es injusto e ilegal.
Pedro ¿Y qué les importa? Injusto e ilegal fue también el secuestro y asesinato de Jesús y ahora están tramando el nuestro.
Magdalena Bueno, si quieren quédense aquí discutiendo. Yo me voy al cementerio a ver qué pasó.
Juan Yo también voy. Venite, Pedro, vamos a ver.
Pedro Ustedes están locos Uf, dejen que me ponga los caites, pero voy contra mi voluntad
Narrador María Magdalena y Juan salieron corriendo, mientras Pedro refunfuñaba, no convencido de lo que estaban haciendo.
Juan Apurate, Pedro. Tal vez todavía lleguemos a tiempo.
Pedro ¿A tiempo de qué? ¿De que nos desaparezcan también? No se han dado cuenta de que el mal siempre gana. Hagamos lo que hagamos, el mal siempre triunfa sobre el bien. En este mundo ya no hay esperanza. Mucho menos en este país.
Juan No es cierto, Pedro. ¿Ya no recordás lo que nos enseñó Jesús? Todo lo que él dijo y lo que hizo es verdad.
Pedro (BURLÓN) Sí, habló de una vida mejor y lo mandaron a mejor vida
Juan Pues aunque Jesús no esté con mostros, yo estoy dispuesto a seguir con lo que él enseñó. A ir haciendo un mundo mejor, un mundo de amor
Magdalena Pero corran, ya se quedaron otra vez platicando.
Narrador Juan salió corriendo y llegó al sepulcro antes que Pedro. Se inclinó, vio los lienzos tirados, pero no entró.
Juan (SUSURRANDO) Jesús, no estás en el sepulcro, no estás entre los muertos
Narrador Pedro llegó detrás, entró en el sepulcro y vio también las sábanas tiradas. El lienzo con que le habían cubierto la cabeza no estaba caído como las sábanas, sino que se mantenía enrollado en su lugar.
Pedro Se llevaron el cuerpo y todavía se tomaron el tiempo para doblar los lienzos. Eso no puede ser.
Narrador Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero, vio y creyó.
Juan Es verdad lo que dijo Jesús. Esto quería decir cuando nos decía que tenía que resucitar de entre los muertos.
Magdalena Jesús siempre nos habló de un proyecto de vida.
Pedro Y lo mataron.
Juan Pero Dios lo resucitó.
Magdalena Cuando pensamos que todo había acabado, Dios actuó. Hasta Jesús pensó que había fracasado, pero Dios lo resucitó, le dio nueva vida, le dio su propia vida para demostrar que todo lo que nos dijo es verdad.
Juan Nuestro Dios Padre y Madre nos está diciendo que el proyecto de vida es posible y que va a triunfar contra los poderes del mal, contra los que mataron a Jesús. El proyecto del pecado y de la muerte ha sido vencido por Jesús.
Pedro Estás delirando, Juan pero qué bonito delirio
Juan Dios le ha dado la razón a Jesús. ¡Dios está de nuestra parte!
Magdalena Y los poderes de la muerte no podrán contra nosotras y nosotros.
Narrador Jesús, muerto y resucitado por el amor de Dios, sigue ofreciendo la salvación a quienes sufren el mal y la enfermedad: acoge a quienes son excluidos por la sociedad y la religión; regala el perdón gratuito de Dios a pecadores y gentes perdidas, que se creen incapaces de volver a su amistad.
Por eso a los cristianos y cristianas nos atrae tanto la cruz. Besamos el rostro del Crucificado, levantamos los ojos hacia él, escuchamos sus últimas palabras porque en su crucifixión vemos el servicio último de Jesús al proyecto del Padre, y el gesto supremo de Dios entregando a su Hijo por amor a la humanidad entera. Pero no nos quedamos en el Viernes Santo. Celebramos la Pascua. Celebramos con gozo y alegría que Jesús está vivo y viviremos para siempre con Él.
Narrador Poco a poco fueron llegando personas de las pequeñas comunidades que se habían ido formando por donde Jesús había pasado. Mujeres sencillas, hombres trabajadores, jóvenes entusiastas, niñas y niños alegres... toda esta gente entró al fondo del sepulcro, a los límites de la muerte, al igual que Jesús. Y ahí encontró la vida verdadera, la vida en abundancia. El nuevo pueblo de Dios vio y creyó.
CANTO RESUCITÓ