por usbaldo Volcán-O
En esta noche de tauro, reconozco
que soy neófito de tus quereres,
por eso te debo una disculpa inacabada
y un sueño todavía no cumplido;
te debo un par de versos corrompidos
y muchas noches desoladas;
te debo un verso en la alborada,
un abrazo cada noche
y un te quiero inredimido.
Te debo un verso por cada segundo perdido
y por cada día que no te di un abrazo.
Te debo un verso por cada vez
que no te escribo un verso.
Te debo un verso por cada vez
que te echo a caminar por suelo de espinas
en vez de procurarte flores.
Te debo un verso por cada día,
por cada abrazo, por cada mirada perdida.
Te debo un verso por no atenderte
y por seguir mi camino seguro
hacia ninguna parte.
Te debo un verso por cada instante
en que no caminé contigo
y en los que te hice sentir sola.
Te debo un verso por cada verso traicionado
y por cada verso a otras dedicado.
Te debo un verso por cada rabia
y por cada amanecer solitario.
Te debo un verso por cada noche muerta
y por cada día perdido.
Te debo un verso por ser yo mismo
y por convertir tus mejillas en cascadas.
Te debo un verso por incendiar tu corazón
y por evadir tu cuerpo,
por presentir tus labios y huir de ellos,
por mi fe manipulada, por mis miedos
y mi verdad reprimida.
Te debo un verso por cada hora,
por cada mirada, por cada cabello.
Te debo un verso de ayer, un verso de hoy,
ojalá no te deba un verso mañana.
Te debo un verso inseguro
y la seguridad de un verso frustrado.
Te regalo todos mis versos muertos
y la vida de todos ellos,
mis versos.